Una docente de 30 años pelea por su vida luego de que un sujeto, aún no identificado, le disparó un tiro en el pecho. Se trató de un episodio sangriento, que confunde a los investigadores a partir de que “ciertas circunstancias de lo ocurrido no están claras”. La principal hipótesis es que a la mujer intentaron robarle. Pero no se descartan otras motivaciones por parte del agresor.
Eran poco más de las 22 del sábado. Por calle 13, llegando a la esquina de 160, en Berisso, la víctima caminaba sola. Sobre el comienzo del hecho hay dos versiones: una, que la abordaron dos motochorros, y otra, que el delincuente fue solamente uno, señaló el diario El Día de La Plata.
A Micaela Soledad Salvatore, tal como se la identificó oficialmente, la amenazaron con un arma. “Se está investigando si ella se quiso resistir a que la atacaran”, aclaró un detective.
El silencio de la noche se partió con algunos gritos que salieron de boca de la docente. “No me mates”, fue la súplica de la joven, según reconstruyeron distintos voceros del caso. Su ruego fue en vano, porque el agresor finalmente disparó el gatillo y la lastimó de un tiro en el tórax. La bala era de un calibre chico y le afectó la pleura, dijeron fuentes de la comisaría, a partir del informe médico posterior.
“Decía que la querían matar y que se estaba por morir”, aportó una comerciante de la zona. Ella se encargó de llamar al 911 y a la ambulancia cuando vio el cuerpo inerte de la joven en la vereda. “La Policía llegó enseguida y los médicos, a los 15 minutos”, agregó la testigo.
Los profesionales la trasladaron de urgencia al hospital local. Ahí la internaron y la llevaron al quirófano, donde la sometieron a una operación “extensa”. Durante todo el domingo su estado fue reservado. Anoche su estado de salud continuaba siendo grave.
Las hipótesis
Las primeras versiones de lo ocurrido dieron cuenta de un aparente intento de robo fallido. Con las horas, esa hipótesis se puso en duda. “No le robaron nada”, dijeron algunos vecinos de esa zona céntrica de Berisso y voceros policiales de la jurisdicción. Las mismas fuentes coincidieron en que la docente vive a pocas cuadras de donde la atacaron.
La otra explicación con la que se trabaja es la de que el agresor podría ser conocido de la joven. En ese caso, el móvil pasaría por una cuestión ajena a un asalto. Si se tratara de un intento de robo fallido, los vecinos ya cuentan con otro antecedente ocurrido sólo 7 horas antes, cuando a una mujer dos motochorros le arrebataron la cartera en 14 y 161.
