Acusan a policías de secuestrar y torturar a un joven militante gay

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Un adolescente de 17 años, militante gay, denunció ante la Justicia que fue secuestrado y torturado por policías en el vivero dunícola de la ciudad balnearia de Miramar. Se trata de Lautaro Blengio, militante de derechos humanos, de estética punk y presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Media N 1 Rodolfo Walsh de la localidad.

Según denunció, algunos efectivos de la Policía en Miramar lo hostigan desde diciembre, ya que lo insultan, lo acosan y lo paran sin razón.

“Esto es discriminación”, contó el padre del joven, Daniel Blengio, quien relató que el lunes pasado a la mañana, cuando el chico volvía del colegio, fue torturado por un policía y tirado en el vivero de Miramar.

“Ayer presentamos la denuncia en la fiscalía local y la fiscal Ana María Caro que está investigando y nos pusieron protección con Prefectura en la puerta de casa”, confirmó en diálogo con Radio Brisas.

Luego de los primeros problemas con la Policía durante el verano, la familia de Lautaro pidió a la Justicia de Paz de Miramar un habeas corpus preventivo, pero la jueza Florencia Hogan, esposa del intendente de Miramar, Germán Di Cesare, se lo negó argumentando que no corría peligro su integridad física.

“Pedimos un recurso de amparo preventivo para evitar que le pase algo más grave y la jueza Hogan rechazó el pedido diciendo que no estaba en peligro. Entonces nos fuimos a la Justicia de Mar del Plata, donde iniciaron una investigación en la comisaría”, explicó Blengio.

Remarcó que “el domingo, en un nuevo procedimiento policial, a mi hijo lo agredieron con violencia y él la rechazó porque dice que tiene derechos, y cuando intentó tomarle una foto le sacaron el celular”.

Tras esto, reveló que “un policía le dijo que le iban a desfigurar la cara en el vivero”. Luego de esta amenaza, el padre indicó que “ayer (por el lunes) cuando él volvía de la escuela a las 8 de la mañana, por los festejos del primer día del último año escolar, fue interceptado por un coche particular del que bajó un efectivo de civil y lo metió en el auto”. “Mi hijo reconoció que era el mismo que lo había amenazado el día anterior”, agregó.

Precisó que “lo llevaron apuntando (con un arma) y en el interior del viaje lo fueron cortando con una cortapluma. Lo llevaron al vivero y le sacaron la capucha, donde la hicieron unas cruces en el cuerpo y le dijeron que en esas cruces lo iban a fusilar”.

Cuando el joven fue llevado al vivero “lo golpearon, y le dijeron que así como él tenía sus derechos, ellos también los tenían y lo dejaron tirado en el vivero inconsciente hasta que pudo llegar a casa”.

En ese auto, subrayó que “había un solo policial de civil y uno que manejaba el auto particular”.

Por último, contó que su hijo “está muy golpeado y shockeado, con marcas en el cuerpo”, y consideró que “esto es volver al peor pasado del país”.

La fiscal que investiga el caso, Ana Caro, explicó que se le dio curso a la denuncia y se inició una instrucción por “apremios ilegales” en la que están acusados personal policial del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) y de diferentes destacamentos.

En un hospital se corroboró que el joven presentaba heridas en un brazo y la frente que “podrían ser compatibles con quemaduras de cigarrillos” y otras en el brazo que “son cortes superficiales”. Sin embargo, los médicos no certificaron la herida que presentaba en el tórax, donde denunció que le hicieron una cruz para “pegarle un tiro”.

En ese contexto, y para darle continuidad a la investigación, Caro pidió los registros de las cámaras de seguridad de la zona donde fue el secuestro y solicitó los nombres de todos los policías que estuvieron de turno en la madrugada del domingo.