La Corte auditó el estado de la cárcel de Marcos Paz

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El pasado miércoles, una Comitiva del Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles, integrada por su presidente, el juez Gustavo M. Hornos; el fiscal a cargo de la Unidad de Litigio Estratégico, Abel D. Córdoba; el fiscal a cargo de la Procuraduría contra la Violencia Institucional, José Nebbia, y la coordinadora del área de encierro, Bárbara Franco; el defensor público oficial Guillermo Todarello, cotitular de la Comisión de Cárceles de la Defensoría General de la Nación, y el director de legales de la Procuración Penitenciaria de la Nación, Carlos Acosta, con la asistencia como actuaria de la secretaria del Sistema Lucía Gallagher, concurrió, sin previo aviso, al a la Cárcel de Marcos Paz.

En primer lugar, se inspeccionó el Pabellón 7 del Módulo 1, destinado al alojamiento de internos que se encuentran bajo el Protocolo de Resguardo de Personas de Especial Vulnerabilidad, de internos sancionados y de aquellos que, por sus características personales y antecedentes, se presentan como los más conflictivos y difíciles de alojar en otros sectores del Complejo.

En la oportunidad, se constató que el Pabellón 7 se encontraba mal iluminado, en un estado de notoria suciedad en todos sus sectores, los pasillos, el SUM, los patios, en cada una de las celdas, incluso, había en el piso comida podrida, restos de bolsas y plásticos, colillas de cigarrillo, entre otros; y el sector se encontraba parcialmente inundado circunstancia que alcanzaba algunas de las celdas.

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También se comprobaron diferentes circunstancias, como la falta de funcionamiento de los inodoros y las canillas de las celdas individuales -por lo que no tenían donde hacer sus necesidades ni tomar agua- y falta de suministro de luz eléctrica. En un caso, faltaba el colchón.

Por otra parte, en el sector de baños comunes corría permanentemente agua caliente de las duchas, por lo que tampoco resultaba utilizable (en el piso había frutas) y el sector de los inodoros se encontraba clausurado.

Además, los internos allí alojados no habían recibido ningún alimento al momento de las dos visitas que hizo la Comitiva –la primera a las 12.30hs y la segunda a las 15hs-. El régimen de vida del sector era de 23 horas de encierro con una hora para salir al patio, hablar por teléfono.

Por estas circunstancias, brevemente detalladas, se consideró que el Pabellón 7 no estaba en condiciones conforme estándares mínimos de alojamiento y en respeto a la dignidad humana.

Consecuentemente, se requirió el inmediato realojamiento de los internos con las medidas de seguridad que cada uno requiera, previa alimentación y revisión médica y el Director del Complejo se comprometió refaccionar el sector con el objeto de adecuarlo a condiciones de vida dignas.

Asimismo, la Comitiva recorrió el Módulo V del Complejo Federal de Jóvenes Adultos de Marcos Paz. Fueron acompañados por las autoridades del Complejo.

Allí se constató que los internos permanecían en las celdas durante doce horas, en algunos casos sin acceso a sanitarios ni agua, y que durante el día debían permanecer en el salón común donde no había sillas ni comodidades suficientes para todos. Según las autoridades, todos los días salen una hora al patio externo del pabellón.

Por esos motivos, se les señaló la imperiosa necesidad de flexibilizar el régimen de vida de los jóvenes allí alojados.
En ambos casos, también se remarcó la necesidad de brindar oportuna atención médica y que se establezca un mecanismo preventivo eficiente contra la epidemia transmitida por mosquitos.

De esta manera, el Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles reafirma su compromiso con las personas privadas de la libertad y el aseguramiento de la vigencia de sus derechos. (Fuente CIJ)