El sommelier pudo haber violado y asesinado a su madre

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Un nuevo peritaje psicológico al que fue sometido Luciano Sosto para el juicio en el que está acusado de violar y asesinar a su madre, en diciembre de 2013 en un departamento del barrio porteño de Palermo, confirmó que el sommelier tiene una personalidad compatible con la comisión del crimen que se le imputa, informaron fuentes judiciales.

Así lo determinó la junta médica de psicólogos que por orden del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de esta Capital Federal a cargo del debate que se le sigue a Sosto (37) luego de que su defensa cuestionó el estudio que ya constaba en la causa y que también lo comprometió con el hecho.

Este nuevo peritaje -a cuyos resultados accedió Télam-, concluyó que en Sosto “es portador de elementos personales que pueden ser compatibles con la comisión de hecho de entidad similar a la que se investiga en la presente causa”.

“Se destaca la presencia de un trastorno mixto de personalidad con predominio narcisista-paranoide y en tercer lugar psicopático”, señaló el informe elevado a los jueces Alejandro Sañudo, Ricardo Basílico y Fernando Larrain.

Además los expertos descartaron la inimputabilidad al afirmar que las facultades mentales del sommelier “encuadran dentro de la normalidad psicojuríodica”.

Como características salientes de la personalidad del acusado, los peritos mencionaron “acumulación de rencor que conlleva patrón hostil-agresivo, manipulación y explotación de terceros, omnipotencia, egocentrismo, amoralidad, conductas disociativas y de acción de corte psicopático”.

También destacaron que Sosto tiene “un perfil altamente defensivo” y un “trastorno en la identidad psicosexual”.

En los tests de psicodiagnóstico, los profesionales detectaron que Sosto se presentaba “de manera exageradamente positiva e irrealista”, con un posible “fingimiento deliberado” y una “fuerte manipulación de la imagen que brinda de sí mismo”.

“No surgen indicadores de simulación pero sí de disimulación de aspectos peyorativos de sí mismo”, agregó la junta médica.

El informe lleva la firma de tres peritos oficiales del Cuerpo Médico Forense (CMF), María Elena Chicatto, Delia Rosa Causse y Diego Mac Gregor; de la perito por parte de la fiscalía, Karina Cuenca, de Policía Federal Argentina; y de las dos psicólogas designadas por la defensa, Silvia Crescini y Silvia Bermúdez, quienes firmaron parcialmente en disidencia.

Los seis declararon el miércoles pasado ante el TOC 8 para exponer las conclusiones y sus puntos de vista en lo que fue la última jornada de este juicio que se inició el pasado 26 de octubre.

El debate continuará a las 9 del miércoles próximo con los alegatos de la fiscal Diana Goral y de los defensores Juan José Avila, Guillermo Schmidt y Mariela Sola.

Sosto llegó al juicio acusado del homicidio y abuso sexual de su madre Estela Garcilazo (69), ambos agravados por el vínculo, delitos que prevén una pena de prisión perpetua.

El sommelier declaró durante el debate en dos oportunidades en las que afirmó que es inocente y ya pasaron varios testigos que lo comprometieron -como la médica que pidió la intervención policial o los primeros policías en llegar al departamento de la víctima-, y otros, de su entorno, que no lo creen capaz de haber asesinado a su madre.

El hecho ocurrió el 26 de diciembre de 2013 en un edificio de la calle Seguí­ 4444 de Palermo, frente a la residencia del embajador de Estados Unidos, donde Sosto viví­a en el 5to. “B” y su madre, Garcilazo, en el departamento de abajo, el 4to. “B”.

Según el sommelier, aquel día, alrededor de las 15, encontró a su madre tirada boca abajo en la cocina del departamento de ella, intentó reanimarla y llamó en dos oportunidades al servicio de emergencias del Hospital Alemán.

Si bien Sosto instaló la idea de que su madre podría haber sufrido una de sus habituales caídas, en la morgue, los forenses determinaron que Garcilazo habí­a sido asesinada y que la causa de muerte era una “asfixia por estrangulación”, por lo que Sosto quedó detenido como principal sospechoso.

La data de la muerte es clave en la causa, ya que estableció que a Garcilazo la asesinaron entre las 7.30 y las 11.30 de aquel 26 de diciembre, por lo que para los acusadores, los llamados al servicio de emergencias a las 15 fueron una puesta en escena de Sosto para encubrir el crimen.

Estudios complementarios a la autopsia determinaron que en la vagina de Garcilazo había “fosfatasa ácida prostática”, una de las proteínas del semen.

Las muestras no alcanzaron para obtener un perfil genético, los forenses no detectaron lesiones genitales ni paragenitales y peritos declararon que la presencia de esa proteína no equivalía a sostener que había un ataque sexual, pero de todas formas Sosto llegó a este juicio acusado del abuso de su madre.

Ante esta acusación, Sosto se defendió diciendo que era un absurdo porque él es homosexual, no le gustan las mujeres y menos su propia madre.