Aguardan los resultados de las pericias a las computadoras de Pérez Algaba

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Los investigadores del crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario hallado descuartizado dentro de una valija en un arroyo en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, aguardan para hoy los resultados de las pericias informáticas a la computadora personal y un iPad del empresario, en busca de evidencia que los lleve a avanzar en la causa.

Fuentes judiciales indicaron a Télam que el fiscal Marcelo Domínguez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora, espera que hoy sean remitidos los resultados de las pericias realizadas a la Mac book pro y al Ipad -ambos de la empresa Apple-, que eran propiedad del empresario.

Las pericias informáticas estuvieron a cargo de funcionarios del Laboratorio Informático Forense del Ministerio Público Fiscal porteño, luego de que no lograra realizarla la Policía Federal Argentina (PFA) por cuestiones técnicas.

En tanto, los investigadores también aguardan los resultados del análisis sobre una copia “espejo” realizada sobre uno de los celulares que utilizaba la víctima, que aún no fue hallado.

El abogado Sebastián Queijeiro, quien representa al hermano de “Lechuga” Pérez Algaba, reveló que expertos de la policía bonaerense lograron hacer una copia espejo de su celular mediante otro chip.

“Se está analizando el ´espejo´ del teléfono”, que no se ha encontrado, y que se trata de la línea telefónica argentina, ya que Pérez Algaba también tenía una línea con número telefónico europeo y otra americana, detalló el letrado.

En tanto, también se esperan los resultados de los rastros levantados durante el procedimiento realizado el 31 de julio último en el predio perteneciente al emprendimiento “Renacer”, un loteo de terrenos ubicado en avenida de Las Américas, de General Rodríguez, donde hay montados tres contenedores que funcionan como oficinas y dos edificaciones de mampostería, una de ellas utilizada como galpón para guardar materiales para la construcción y otra en estado de abandono.

En el primer contenedor inspeccionado, ubicado en el ingreso al predio, los efectivos de la Policía Científica levantaron tres rastros papilares en la puerta de entrada y secuestraron una alfombra de baúl de auto con manchas pardo rojizas que sospechan que puede ser de sangre y filamentos pilosos.

En tanto, de otro contenedor se procedió al levantamiento de dos muestras de presunto tejido hemático, uno en el marco de la puerta del baño y el otro en el inodoro, añadieron las fuentes, quienes agregaron que del tercer contenedor los peritos se llevaron cinco rastros papilares que ahora serán incorporados a un sistema de comparación de huellas para intentar identificar a quién pertenecen.

Todas esas muestras son ahora analizadas junto a unas manchas halladas en la camioneta Range Rover blanca que Pérez Algaba (41) empleó para movilizarse los últimos días que fue visto con vida y que le pertenece a su exsocio Maximiliano Pipelich, quien la entregó días después del crimen a la policía de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.

La relevancia del análisis de esas muestras radica en que la víctima fue vista con vida por última vez cerca de las 18 del 18 de julio pasado en ese loteo de General Rodríguez, zona en la que también se activó por última vez su teléfono celular.

Ese día, “Lechuga” llegó al complejo “Renacer” junto a su examigo Nahuel Vargas a bordo de la Range Rover blanca con techo negro y ambos se encontraron allí con Pilepich, quien había arribado en una camioneta Mercedes Benz G500.

Durante ese encuentro, al que el empresario fue con su perro bull dog francés llamado Cooper, según contaron luego en su declaración testimonial los otros dos hombres, Pilepich le entregó a Pérez Algaba 60 mil dólares con los que saldaba una deuda de 150 mil que tenía con la víctima.

Tras esa transacción, el empresario le devolvió la camioneta a Pilepich, quien se retiró con Vargas en ese rodado -la Mercedes Benz G500 la dejó en el campo-, mientras que “Lechuga” se quedó esperando que alguien pasara a buscarlo, según él mismo les dijo.

Al respecto, Pilepich y Vargas contaron en sus declaraciones testimoniales ante la policía que cuando se iban vieron que en sentido contrario se acercaba un vehículo -aunque dijeron no recordar marca ni modelo- que supusieron era el que iba a buscar a Pérez Algaba.

Esa fue la última vez que, en el marco de la causa, testigos dijeron haber visto a la víctima con vida, ya que entre el 22 y 24 de julio sus restos fueron encontrados en una valija y una mochila arrojadas a un arroyo de la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.

Los pesquisas procuran esclarecer las motivaciones del asesinato y así dar con el o los autores, aunque en el transcurso de la pesquisa advirtieron que el empresario tenía varios enemigos y recibía amenazas de muerte por parte de numerosas personas a las que les debía dinero.

Por el momento hay solo una persona detenida en la causa, una mujer trans identificada como Alma Nicol Chamorro, quien era la dueña de la valija en la que aparecieron parte de los restos del empresario el 22 de julio último y a quien se le imputa el delito de partícipe secundaria de homicidio.

La desaparición del empresario fue denunciada por la dueña del departamento que éste le había alquilado en Ituzaingó de manera temporal entre el 12 y 19 de julio últimos, quien al no tener noticias suyas y no recibir respuesta a sus mensajes, decidió acudir a la policía.

Los voceros dijeron que de la autopsia realizada al cuerpo surgió que Pérez Algaba fue ejecutado de dos disparos por la espalda y que fue descuartizado tras su muerte.