Realizan 23 allanamientos contra la mafia china

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La mecánica siempre es la misma: primero dejan una nota donde invitan al comerciante a pagar fuertes sumas de dinero, pero cuando no hay respuestas, comienza la violencia extrema. Desde incendios y ataques con granadas hasta disparos de armas contra los responsables de los supermercados. Hay numerosas organizaciones criminales chinas que operan en el país y desde sus orígenes siempre utilizaron la misma forma de hacer negocios.

Quizás la pandemia y los avances tecnológicos vinieron a traer nuevas variantes en la forma de pago. Ya no es necesario abonar en efectivo cuando se pueden utilizar cuentas para que las víctimas transfieran el dinero producto de las extorsiones, pero la finalidad siempre termina siendo la misma: pagar a cambio de protección.

Los carteles que habitualmente se observan en las marquesinas de los supermercados chinos, indican que el comercio esta “protegido” por una determinada facción de la denominada “Mafia China”.

La División Investigación Antifraude de la Federal, es la Unidad que mayor experiencia tiene el tema y la que, quizás, más golpeó en los últimos años a estas bandas que operan en Capital y Gran Buenos Aires, con una organización y eficacia envidiable.

A principios de año la fiscal Adriana Suárez Corripio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nro 8 de Morón, delegó varios hechos acontecidos en su jurisdicción, a los detectivos de la Ex Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal, actualmente denominada División Antifraude.

Tras una paciente investigación, los detectives lograron establecer la patente de un vehículo que había amenazado a un comerciante chino. El rodado fue captado por distintas cámaras, lo que permitió detectar un segundo vehículo que operaba a modo de “culata”. Sus tripulantes: cuatro ciudadanos orientales.

Rápidamente uno de ellos fue reconocido por los investigadores como uno de los involucrados en una extorsión que culminó con la detención de varios chinos que llevo a cabo esa dependencia en el microcentro porteño. Esta información fue el puntapié de una importante pesquisa que culminó el pasado jueves con 23 allanamientos que llevó a cabo la Superintendencia de Investigaciones Federales en Capital y distintas localidades del conurbano Bonaerense.

El objetivo era detener a los tripulantes del rodado involucrado y dos mujeres también chinas, a cuyas cuentas fue a parar el dinero pagado por la víctima en concepto de protección.

A pedido de la fiscal Corripio, el Juzgado de Garantías Nro 1 del Departamento Judicial de Morón, facultó a los investigadores a registrar numerosos comercios y domicilios particulares, en pos de encontrar a los imputados y secuestrar material vinculada con la maniobra delitiva.

El resultado: en los domicilios de los imputados se hallaron una importante cantidad de carteles que colocan en las marquesinas de los comercios “asociados” a la mafia. Se secuestró una importante cantidad de teléfonos celulares y se logró la detención del conductor del vehículo utlizado –que también fue incautado- y de las mujeres titulares de las cuentas bancarias.

En un supermercado de la zona norte del Gran Buenos Aires, los policías hallaron armas de fuego y hasta una granada de gas, material que muchas veces es utilizado contra los comerciantes que no entendieron el primer mensaje. La pareja de chinos que se hallaba en el supermercado también fue detenida acusada de tenencia de armas de guerra.

Los detenidos quedaron a disposición de la justicia provincial, luego de ser alojados en la sede del Departamento Central de la Policía Federal y fueron indagados al día siguiente por el titular del Juzgado Interventor.

Sus indentidades no trascendieron, aunque existen rumores que uno de los involcurados habría pertencido a la temible organización denominada “Pixiu”, cuyos principales cabecillas fueron encarcelados años atrás por policías de la entonces División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal.