La difusión de la cámara de seguridad que registró el rostro del hombre que acompañaba a Gloria Cristina Domínguez, la mujer de 29 años asesinada en un edificio abandonado de la localidad de Villa Luzuriaga, fue clave para que los investigadores pudieran identificarlo. Todavía está prófugo, aunque todos descuentan que su detención sería inminente.
Fuentes policiales indicaron que fue la propia hermana del sospechoso la que lo reconoció en los videos que rápidamente se viralizaron en las redes sociales. La mujer aseguró que se trata de Juan Leonardo Duval (41) y enseguida sumó un dato aterrador: dijo que había estado preso durante 17 años y que tiene antecedentes por abuso sexual.
A partir de esa información, la Justicia, a pedido del fiscal Gastón Duplaa -a cargo de la investigación, ordenó allanar el departamento donde supuestamente vive el principal acusación. De acuerdo a los voceros, no lo pudieron detener pero si secuestraron elementos de suma importancia para la investigación, como barbijos y gasas con manchas de sagre.
La principal pista que manejan los detectives es que Gloria fue asesinada a golpes en medio de un ataque sexual. Todo indica que la mujer, que era dueña de un kiosco ubicado en la esquina de Garibaldi y Centenera, fue engañada por el asesino, quien supuestamente la citó allí con la excusa de venderle una panchera para su kiosco.
Gloria estaba junto a su hijo de 5 años, quien quedó solo hasta que un vecino lo encontró deambulando por la zona. “Estaba llorando detrás de una reja”, reconoció el hombre.
La breve explicación del niño es aterradora: “Un señor le sacó la ropa a mi mamá y la mató”, les dijo. Enseguida, personal policial halló el cuerpo de Gloria: estaba semidesnuda, con golpes en la cabeza y heridas de arma blanca.
Según las primeras pericias, la mujer murió por un fuerte golpe producido con un objeto contundente de cerámica, como un inodoro o vanitory que se hallaba en el predio abandonado.
