Del Rio llegó a las 8.38 de hoy a la sede de la Asesoría Pericial Departamental San Isidro, ubicada en la calle Moreno 623, de ese partido del norte del conurbano.
El traslado se hizo desde su lugar de detención, la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, por parte de efectivos de dicha dependencia que lo llevaron en una camioneta Toyota Hilux color negra.
Esposado por la espalda, con la misma campera inflable negra que viste desde el día de su detención –hace ya casi un mes-, pantalón beige y zapatos de gamuza, Del Rio bajó del vehículo policial y entró al edificio pericial custodiado por dos efectivos de la DDI.
También se le vieron en el rostro una serie de lesiones en la piel que, según su abogada, Mónica Chirivin, están relacionadas con la diabetes que padece su cliente y la falta de una dieta adecuada para ese problema de salud.
Si bien una decena de periodistas le preguntaron cómo se sentía, si era inocente o si tenía algo para decir, Del Rio optó por no decir nada frente a los micrófonos de la guardia periodística.
Aunque la semana pasada las licenciadas Viviana Mandich y Florencia Grinspun, peritos psicólogas oficiales, habían informado a la fiscalía que recién podían evaluar a Del Río en enero próximo por el cúmulo de trabajo pendiente, la fecha se pudo adelantar.
Fuentes judiciales y su abogada confirmaron a Télam que de estas pericias psicológicas no participará ningún perito de parte de la defensa, porque Del Rio no está en condiciones económicas de pagarles.
“No tiene dinero para pagar peritos, ni para pagar nada. La familia ya cobró todos los alquileres (que cobraba él de las propiedades de sus padres). Las psicólogas podrán poner lo que quieran sin que las controle la defensa porque este hombre no tiene plata ni para comprarse la comida con viandas especiales que debe comer”, dijo a Télam la abogada Chirivin.
Ya en su última indagatoria, Del Rio dijo que su familia lo dejó “tirado” económicamente cuando declaró: “Estando detenido, fui abandonado por mi familia, no tengo para pagar peritos. Mi hermano se niega a pagarlos, no tengo para pagar abogados (…) nadie me trae comida”.
Respecto a las pericias psiquiátricas que también deberá afrontar Del Rio, ya tenían fecha confirmada para el 11 y 18 de este mes, a las 12.30, y también de manera presencial.
Los encuentros se harán en la misma Asesoría Pericial y estarán a cargo de las médicas psiquiatras Roxana Teresa Lugarini y Liliana Graciela Varela.
Varela tiene una amplia trayectoria en la asesoría, al punto que analizó la salud mental de imputados de otros casos resonantes como Fernando Farré -el femicida condenado por asesinar en 2015 a puñaladas a su mujer en el vestidor de una casa de un country de Pilar-, y Nicolás Pachelo –juzgado en la actualidad como presunto autor del crimen de María Marta García Belsunce en 2002-.
Las pericias psiquiátricas y psicológicas pedidas para Del Rio por el equipo de fiscales integrado por Martín Gómez, Marcela Semería y Alejandro Musso son obligatorias cuando la causa tiene una calificación tan grave como ésta, que es por “doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego”, delito que prevé como única pena, la prisión perpetua.
El objetivo es saber si es imputable, es decir, si comprende la criminalidad de sus actos y dirige sus acciones, pero además determinar si aparece algún rasgo de su personalidad que permita inferir que pudo ser el autor del crimen que se le imputa, en este caso, un doble parricidio.
José Enrique Del Rio (74) y María Mercedes Alonso (72) aparecieron asesinados -él de tres balazos y ella de uno-, el pasado 25 de agosto en el interior de su automóvil en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Si bien tras el hallazgo de los cadáveres había sido aprehendida la empleada del matrimonio asesinado, María Ninfa “Nina” Aquino, como presunta entregadora”, el 7 de septiembre los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos, Martín, como supuesto autor de un doble parricidio.
Para el equipo de fiscales, el comerciante que manejaba los negocios de su padre fue quien el 24 de agosto por la tarde llegó a la casa de la calle Melo, con alguna excusa convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera y los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros desde el asiento trasero, para luego simular un robo en la propiedad y huir de la escena del crimen.
Los fiscales del caso creen que el móvil fue económico y solicitaron el lunes la prisión preventiva del acusado como autor de un “doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser ‘criminis causae'” (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
El juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, debe resolver la situación procesal de Del Rio en los próximos tres días.