“Confiamos en Dios y en la justicia argentina, y estamos convencidas que todo esto se aclarará”, dice la carta que difundió la Congregación de las Hermanas Trinitarias, a la que pertenece Sor Marina, la monja de 64 años que este miércoles 9 de junio fue detenida acusada de abusar sexualmente de al menos dos niñas menores de edad.
La acusada fue arrestada en el Hogar de San Miguel, ubicado en la avenida Ricardo Balbín al 700, a partir de la denuncia que realizó una menor de 14 años que el año pasado estuvo internada en la sede de Boulogne, en el partido de San Isidro, publica perfil.com.
En la causa, que investiga la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Delitos Conexos a la Trata de Personas de San Isidro, a cargo de Marcelo Fuenzalida, la supuesta víctima aseguró haber sido abusada por Sor Marina, quien presuntamente realizó “tocamientos impropios de zonas genitales”.
La religiosa fue indagada en las últimas horas por el delito “abuso sexual simple agravado”. Negó los cargos que se le imputan y aclaró que solo pudo “haber rozado” a la víctima “sin querer” cuando se encontraban en la cocina.
A partir de la detención, la congregación de las Hermanas Trinitarias difundió una carta en la que brinda su “apoyo incondicional” a la monja detenida.
“Nos vemos en la obligación de manifestar a la opinión pública nuestro apoyo incondicional a la hermana Marina y particularmente poner de resalto el perjuicio irreparable que con todo ello se está generando en una congregación centenaria que ayuda denodadamente a jóvenes en todo el mundo”, dice el comunicado.
Para las hermanas el caso “es cuanto menos confuso” y “requiere de una investigación profunda de la Justicia a la que la propia hermana se ha sometido voluntariamente desde hace semanas”. Además, califica como “una verdadera tragedia” que se hable “de una manera generalizada y sin ninguna información real en contra de ella y de la institución.
“Difícilmente el daño personal e institucional que se está generando pueda repararse, aun cuando todo quede finalmente aclarado en el futuro”, señala el escrito difundido a la prensa.
En otro párrafo destacan la sensación de “estupor” que sienten por la detención de Sor Marina y aclaran que, “al margen de conocerla y valorarla durante años como una gran persona, fue ella misma, ni bien se supo de la existencia de la denuncia, quien solicitó presentarse para estar a derecho ante la Justicia”.
La institución criticó duramente la detención de la hermana: “No se comprende el por qué de una medida tan drástica como la privación de la libertad de una hermana de 64 años, que no tiene otra familia que nuestro Hogar de Hermanas Trinitarias, que no tiene contacto alguno con la víctima ni ninguna de sus compañeras, y que, finalmente, se ha ofrecido voluntariamente a la justicia para que realicen todas las pruebas o pericias que se necesitaran, asumiendo plenamente las decisiones que de ellas surjan”.
Al mismo tiempo, el Obispado de San Isidro aclaró que iniciaron una investigación canónica contra la religiosa en octubre del año pasado, cuando se enteraron de la acusación por presunto abuso en la sede de las Hermanas Trinitarias de Boulogne.
“En ese mismo momento se pidió a las autoridades de la Congregación iniciar la investigación canónica correspondiente. Al percibir una demora en el inicio de la actuación por parte de la mencionada Congregación, el Obispado decidió de oficio comenzar el proceso”, se indicó.
“En el mes de abril pasado se efectúa en la Justicia una denuncia por parte de otro menor, a lo cual también se inicia el proceso canónico correspondiente. Asimismo, se exhortó a la Congregación a separar del Hogar a quienes fueron denunciadas mientras dure la investigación”, explicaron desde el obispado.
Frente a la detención, las autoridades reafirmaron la continuidad del proceso canónico poniéndose a disposición de la Justicia y ofreciendo a los organismos propios de protección de menores para contener y acompañar a quienes se encuentren en grave situación de vulnerabilidad”.