Un policía bonaerense fue asesinado a balazos por delincuentes que le robaron el arma reglamentaria cuando estaba a bordo de su auto y vestido de civil en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, partido de La Matanza, informaron hoy fuentes policiales.

Se trata del oficial de la Policía Local de La Matanza Jonathan Emmanuel Benítez (30), quien murió esta mañana en el Hospital Balestrini, donde se encontraba internado desde anoche, con lo que ya suman 13 los efectivos asesinados en lo que va de 2019 en el país, siete de ellos pertenecientes a la fuerza bonaerense.

Tras el hecho, la policía y la Justicia realizaron allanamientos en un complejo habitacional de La Tablada, donde detuvieron como sospechosos del crimen a dos hombres, uno de ellos menor de edad, y demoraron a una mujer.

El hecho ocurrió anoche, cerca de las 23, cuando el policía se encontraba en el interior de su Volkswagen Gol gris estacionado en un playón situado en La Quila y El Tapetí, frente a un complejo de monoblocks de Ciudad Evita.

Según relató a la policía una mujer que llamó al 911 y dijo haber sido testigo del hecho, al menos tres delincuentes sorprendieron a Benítez, le dispararon y luego le robaron su pistola calibre 9 milímetros reglamentaria, con la que escaparon.

A pesar de estar herido, el oficial logró conducir su auto hasta la rotonda de La Tablada, en Crovara y Camino de Cintura, donde ingresó al playón de una estación de servicio YPF y chocó contra un Fiat Punto allí estacionado.

Tras ese impacto, a raíz del cual sufrió algunos golpes, Benítez quedó desvanecido en el asiento del conductor y fue auxiliado por personal policial que estaba en la zona, que rápidamente advirtió que la víctima era un efectivo cuando encontró la cartuchera del arma vacía junto a la víctima.

Inicialmente, como el policía tenía una herida en la cabeza producto del choque, los efectivos que lo asistieron pensaron que había sido baleado en el cráneo, lo que luego fue descartado por los médicos del Hospital Balestrini,

Igualmente, el efectivo llegó al centro asistencial en muy grave estado porque había perdido mucha sangre y esta mañana murió, confirmaron los voceros.

La investigación se encuentra a cargo de la Jefatura Departamental de La Matanza y de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de ese distrito, a cargo de Daniel Pagnotta, que pasado el mediodía allanaron algunas viviendas de un complejo habitacional de La Tablada y apresaron como sospechosos del crimen a dos varones, uno de ellos menor de edad, al tiempo que demoraron a una mujer.

El mayor de los aprehendidos fue identificado por la Policía como Guillermo Gramajo (24), quien tenía como antecedente un caso de robo agravado por arma de fuego cometido en julio pasado en jurisdicción de Gregorio de Laferrere, detallaron los voceros.

En poder de los apresados se secuestraron dos armas de fuego, droga, dos motos con pedido se secuestro por robo, una bolsa con prendas y zapatillas con manchas hemáticas y, en el interior de un lavarropas, calzado que también poseía presuntos rastros de sangre.

En base a dichos de los familiares de Benítez, los pesquisas saben que el policía realizaba servicios para Uber en su tiempo libre, aunque aún no determinaron si estaba haciendo un viaje al momento del ataque.

Benítez se convirtió en el policía número 13 asesinado en lo que va del año en el país y el séptimo de la fuerza de seguridad bonaerense.

Además en los últimos diez días dos mujeres policías, en esos casos de la Ciudad, fueron baleadas por ladrones que les robaron sus armas reglamentarias, como ocurrió con el oficial.

Uno de esos hechos ocurrió el pasado jueves 29 de agosto, cuando la inspectora principal de la Policía de la Ciudad Soledad Marina Ontivero (35) fue baleada en la espalda cuando, junto a su padre, un subcomisario de la misma fuerza, se tiroteó con varios delincuentes que les robaron un arma reglamentaria en La Matanza.

Tres días antes, el 26 de agosto, la oficial Karina Castillo, de la misma fuerza, recibió dos tiros en el rostro y en el cráneo por parte de un delincuente que le robó su arma y su chaleco antibalas en el barrio porteño de Mataderos.