Once nuevas detenciones por el triple crimen de General Rodríguez

943

Once personas, entre ellas un policía exonerado y un despachante de aduana, fueron detenidas en el marco de la causa por el triple crimen de los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cometido hace casi 11 años en el partido de General Rodríguez, informaron fuentes judiciales y policiales.

De acuerdo a los investigadores, dos “narcobauleras” descubiertas en agosto de 2018 en el barrio porteño de Belgrano por falta de pago y donde se encontraron 160 kilos de efedrina, seis de cocaína, 122 botellas de vino con cocaína diluida y valiosa documentación, fueron el puntapié inicial para estas nuevas detenciones que están vinculadas con el posible móvil de los homicidios.

“Yo no sé si vamos a llegar al final de todo pero sí que vamos por un buen camino. Esto abre una nueva rama en la investigación y creo que se trabajó muy seriamente para poder obtener una respuesta de toda esta gente que se está deteniendo”, explicó Diego Ferrón, hermano de Damián.

El hombre consideró en declaraciones periodísticas que en el juicio oral en el que fueron condenados los cuatro coautores de los crímenes, faltó determinar quiénes fueron “los autores intelectuales”.

Según las fuentes, las nuevas detenciones fueron ordenadas por la jueza federal María Romilda Servini y realizados por efectivos de la Dirección de Operaciones Anticrimen de la Policía de la Ciudad que llevó a cabo 15 allanamientos en distintos puntos de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.

“Se trata de lo que los investigadores denominamos la ‘línea Aduana’, vinculada a la víctima Bina”, afirmó a Télam Miguel Ángel Pierri, abogado querellante de la familia Ferrón.

El letrado explicó que “de acuerdo a lo que surge del expediente, Bina y varios empresarios y funcionarios relacionados a la Aduana importaban efedrina por la ruta China-India, para bajarla en Argentina y vendérsela a los mexicanos para que la lleven a Sinaloa”.

Los voceros identificaron a tres de los detenidos como Ricardo Sladkowski (71), un policía exonerado; Carlos San Luis (62), despachante de aduana; y Cristian Heredia (48), amigo y socio de Bina.

“Según surge de la lista de llamados entrantes, el policía exonerado Sladowski es la última persona que le hace un llamado a Bina cuando, después de una reunión en el Walmart de Sarandí, el teléfono de la víctima se estaba moviendo por el Acceso Oeste rumbo a General Rodríguez”, dijo Pierri.

El abogado comentó que “de los otros ocho nuevos detenidos, varios son policías o gente vinculada a la inteligencia”.

De acuerdo al fallo de primera instancia en el que se condenó a los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci como coautores de los homicidios, Heredia, Sladkokwski y San Luis declararon como testigos y refirieron que las víctimas estaban en el negocio de la efedrina y que operaban con mexicanos, entre ellos, Rodrigo Pozas Iturbe.

Además, Heredia y San Luis mencionaron al empresario farmacéutico Ibar Esteban Pérez Corradi, quien estuvo cuatro años prófugo como supuesto autor intelectual del triple crimen hasta que fue detenido en el 2016 y permanece vinculado a la investigación.

Según las fuentes, en la casa de Heredia, en un country en Pilar, se secuestraron ocho armas de fuego, marihuana y cocaína; mientras que en un allanamiento en el domicilio de Sladkowski, en Martínez, se hallaron casi 150 proyectiles de distintos calibres y varios celulares.

En tanto, otros cuatro de los detenidos por orden de la jueza Servini fueron identificados como Daniel Escosteguy, dueño de una empresa dedicada al comercio internacional; su padre y socio Pedro Escosteguy; Elizabeth Caballero y Romina Paravia, estas últimas empleadas.

Todos están acusados de “haber formado parte de una estructura narcocriminal trasnacional” que abasteció “de miles de kilos de efedrina al narcotráfico mexicano”, explicó una fuente de la pequisa.

El 7 de agosto de 2008, Forza (34), Ferrón (37) y Bina (35), desaparecieron tras haber ido a una reunión en el hipermercado Wal Mart de Sarandí.

Las tres víctimas fueron asesinadas a balazos y sus cuerpos guardados y preservados en frío hasta que los arrojaron en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados.

La investigación luego descubrió que los tres estaban implicados en el tráfico ilegal de efedrina y que le vendían ese precursor a narcos mexicanos.