Muerte en el hotel alojamiento: sospechan de un juego sexual violento

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Los investigadores analizan la posibilidad de que el crimen de Carolina Medina, la mujer embarazada que apareció muerta en un hotel alojamiento del partido bonaerense de Florencio Varela, se haya producido en medio de un presunto juego sexual violento con el detenido.

El cuerpo de la mujer de 25 años y que atravesaba el sexto mes de gestación apareció en la habitación 10 del hotel “Susurros” todo ensangrentado y al lado había bolsitas con un polvo blanco.

La mujer murió desangrada por las heridas que tenía en la zona genital y ahora será peritada esa sustancia para determinar qué es.

La autopsia arrojó como resultado que murió “por una intensa hemorragia”, tras la “introducción en forma violenta de un objeto por el aparato reproductor y que destruyó el aparato digestivo”.

En tanto, el detenido, identificado como Ariel Norberto García, de 37 años y arrestado en la casa de sus padres en la localidad bonaerense de Don Bosco, partido de Quilmes, fue sometido a un extracción de sangre para estudios toxicológicos y de ADN, informaron fuentes policiales y judiciales.

Los investigadores no hallaron en esa habitación una botella de cerveza que la pareja había pedido en conserjería apenas entraron al hotel.

Lo que sospechan es que las heridas que tenía la víctima podrían haberse provocado con la botella.

Además, sigue sin aparecer el automóvil Ford Focus en el que huyó García, quien está imputado por el delito de homicidio, ya que el padre del sospechoso aseguró ante los efectivos policiales que no sabe lo que pasó con su vehículo.

Alfredo, concubino de Carolina, reveló que cuando se enteró de la muerte de una mujer fue a la comisaría y de ahí lo acompañaron para reconocer el cuerpo.

“Me dijo que iba a comprar, que iba y venía, confié en eso y no pensé que iba a pasar esto. Estaba embarazada, esperaba para diciembre”, sostuvo el hombre, quien estaba en pareja con la víctima desde hacía un año y medio.

En declaraciones al canal Crónica TV, Alfredo indicó que “ella estaba siempre en casa y tenía dos hijos de otra pareja, una nena de 8 y un nene de 6”, y consideró que el apresado pudo haberla llevado al albergue contra su voluntad.

“No sé si lo conocía al hombre ese. Hace un año y medio que está conmigo y nunca se había ido tantas horas. Para mí se la llevó el tipo ese. Salió a las 2.30 de la mañana, del sábado, y no volvió más. Quiero justicia, por favor, justicia”, señaló.