Un operativo permitió desbaratar una banda de narcotraficantes y sicarios que operaba en el partido de La Matanza.

El operativo incluyó 19 allanamientos efectuados por Gendarmería Nacional en las localidades bonaerenses de Hurlingham, La Matanza, Claypole, la ciudad de Mar del Plata y en el barrio porteño de Villa Lugano.

Se incautaron 61,300 kg de cocaína, balanzas, prensas, 2 compresores, siete pistolas 9 mm de distintas marcas, ocho revólveres de distintos calibres y marcas, un pistolón, 23 celulares, siete vehículos, una moto, $ 390.960, y u$ 20.800.

Los 14 detenidos son siete hombres y siete mujeres, entre ciudadanos argentinos y bolivianos.

Las pesquisas determinaron que en la localidad de Claypole, provincia de Buenos Aires, residía un sicario que se encargaba del alquiler y venta de armas a esta organización como así también a integrantes de otras bandas, quienes una vez cometido el ilícito, devolvían el armamento.

Este hombre, de nombre Gustavo, había mantenido una comunicación de una de las líneas intervenidas donde le decía a “Pablito” que “ASESINARÍA A DOS PERSONAS EN LOS MONOBLOK” sin precisar dónde, por tal motivo se puso en conocimiento al magistrado interviniente, quien dispuso de inmediato la totalidad de los allanamientos.

La investigación se inició en el mes de marzo, producto de la recolección de información durante un procedimiento relacionado al asesinato del Primer Alférez Luis Alberto Lema.

A raíz de este hecho, la Fiscalía Federal Nro. 2, de Lomas de Zamora del Dr. Sergio Mola, junto a la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Nación (PROCUNAR), interiorizados de los pormenores, encomendaron realizar actividades de campo para establecer actividades vinculadas a la comercialización de estupefacientes.

Luego de intervenciones telefónicas, vigilancias, seguimientos y análisis de la información, se pudo establecer que un hombre identificado como “Pablito”, que reside en la localidad de Hurlingham, se encargaba de la comercialización de estupefacientes en el barrio Villegas de la localidad de Ciudad Evita.

Este hombre se movilizaba en un vehículo marca Chevrolet, modelo Meriva, Su pareja, de nombre Daiana, era quien se encargaba en algunas oportunidades del traslado y comercialización del estupefaciente y del cobro semanal de las personas a quienes proveían de estupefacientes para la venta. Otra persona que ayudaba con esta actividad era la hermana de Daiana

De las intervenciones telefónicas se pudo obtener que Pablo había adquirido un terreno, el cual se encontraba en proceso de construcción de cuatro duplex, en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires.

Las escrituras se encontraban a nombre de tres personas, dos de ellas fallecidas y la otra era Daiana. El predio había sido adquirido hacia muy poco tiempo. Se pudo confirmar la existencia de un abogado, con contactos en organismos provinciales, que se encarga de la confección de escrituras apócrifas, logrando con esto el blanqueo del dinero producto de la venta de estupefacientes.

Pablo utilizaba a diferentes personas para la comercialización, quienes eran identificadas con los Alias de: “Gordo”, “Facu”, “Primo”, “Juan” y “Richard”.

Por otro lado, los que se encargarían del fraccionamiento, distribución y recaudación serían los ciudadanos identificados como:”Ariel”, Jimena Verónica y Carlos

A su vez, un tal VICTOR, con domicilio en Ciudad Evita, se encargaba de efectuar la custodia de Pablo cuando iba a buscar estupefacientes a la casa de la proveedora: Sara. Esta mujer era la persona encargada de abastecer de estupefacientes a la banda y vivía en Villa Lugano.

Del análisis de la información, se identificó a quienes operaban en las localidades de Villa Celina y Villa Madero, determinando que los integrantes de la banda serian oriundos de Bolivia y dentro de las fases del narcotráfico eran quienes se encargaban del traslado del estupefaciente desde el norte del país, el acopio y la distribución en diferentes zonas del Conurbano y el Gran Buenos Aires en cantidades importantes. Estos eran los principales proveedores de “Sara”.

Los que se encargaban del traslado y acopio de estupefacientes desde el norte del país eran dos hombres: Andrés, con domicilio en Villa Lugano y Aquilino, con vivienda en Villa Celina, ambos de origen boliviano.

Los principales contactos de Sara eran dos mujeres bolivianas, ambas domiciliadas en Villa Lugano, que se encargaban del acopio y posterior estiramiento del estupefaciente.