“El novio de Nahir era agresivo y estaba armado”, declaró una testigo en el juicio

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Una vecina declaró en el juicio a Nahir Galarza por el crimen de su ex novio Fernando Pastorizzo, cometido en diciembre pasado en Gualeguaychú, que la víctima había sido agresiva con la acusada y que la madrugada del hecho lo vio a él con un arma de fuego, por lo que las querellas pidieron que la imputen por falso testimonio.

Una fuente del proceso judicial informó que en la audiencia de ayer también declararon como testigos dos jóvenes vinculados a la sospechosa y dos peritos oficiales en Comunicaciones.

De acuerdo al informante, la vecina María Inés Correa declaró sobre varios incidentes previos al crimen ocurridos en la puerta de su casa, a metros del domicilio de Galarza (19), y que, según ella, involucraron a la joven y a Pastorizzo (20).

La testigo describió que en esas ocasiones ella se despertó por los gritos de la pareja y que vio cómo el muchacho se comportó de manera agresiva con la ahora acusada.

La vecina también se refirió a que la madrugada del crimen, entre las 4.30 y las 5, volvió a escuchar ruidos y por la ventana alcanzó a ver a Pastorizzo con un arma de fuego encima y que obligó a Galarza a subir a la moto en la que se fueron del lugar.

Según la investigación, el crimen de Pastorizzo fue cometido entre las 5.10 y las 5.15, en base al testimonio de un remisero que vio a la víctima baleada en el suelo y a los datos del GPS del vehículo de alquiler.

Tras la declaración de esta vecina, los abogados querellantes Roberto Virué y Juan Carlos Peragallo solicitaron al tribunal que la impute de falso testimonio por considerar que incurrió en una serie de contradicciones, cuestión que será resuelta por los jueces al momento de dar a conocer su fallo.

Luego declaró Joaquín Osorio Cadot (19), quien contó que conoció a Pastorizzo y también a la acusada, con quien mantuvo relaciones sexuales desde 2016 hasta aproximadamente un mes antes del crimen.

Este testigo declaró que la madrugada del asesinato, cerca de las 5.40, él vio a Galarza entrar a su casa con “una sonrisa extraña, media burlona” y que llevaba algo en la mano que no pudo precisar con exactitud, explicó la fuente consultada.

A su turno, el testigo Rafael de Stefano (19) declaró que él tuvo sexo con Galarza un sola vez y que en Navidad la notó “extraña” pero que ella no le quiso decir qué le pasaba, y que esa fue la última vez que la vio.

Por último declararon ante los jueces Mauricio Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Vivian un perito de la Procuración General de Entre Ríos y otro de Gendarmería Nacional que analizaron el contenido de los respectivos celulares de Galarza y Pastorizzo.

Hoy están citados a declarar peritos en Balística, Medicina Forense y otras ciencias que realizaron distintas diligencias durante la instrucción de la causa.

El hecho ventilado en el juicio ocurrió la madrugada del 29 de diciembre último en Gualeguaychú, donde Pastorizzo fue hallado malherido en la calle con un tiro en la espalda y otro en el pecho, y su moto y dos cascos tirados a su lado.

El muchacho murió poco después, mientras que Galarza declaró inicialmente como testigo que había visto a su ex novio la noche anterior al crimen, aunque ante la sumatoria de indicios en su contra quedó detenida.

Desde entonces, la defensa solicitó la excarcelación y, subsidiariamente, el arresto domiciliario, pero la Justicia rechazó todos sus requerimientos.

El juicio comenzó hace una semana, cuando Galarza se negó a declarar y le gritó “¡qué mentirosa!” a la madre de la víctima luego de que ésta afirmó en su testimonial que la imputada “gritaba y golpeaba” a su hijo.

En otra de las audiencias, Sol Martínez, una amiga de la acusada, declaró que la víctima no era un joven “violento” y que sólo en una ocasión se enteró que había golpeado a la imputada.