Julio Oscar Arze tiene 88 años y está internado en estado crítico en el hospital de Melchor Romero, en el partido de La Plata, a donde lo trasladaron el domingo pasado después de que una moto lo atropelló a la salida de una iglesia, en las calles 27 y 60. Testigos dicen que lo embistieron dos jóvenes -probablemente menores- que “venían haciendo willy”, mientras que otros apuntan que había por lo menos cuatro motos más en el mismo grupo.
Lo cierto es que los responsables todavía no están identificados porque escaparon de la escena dejando a Julio tirado en la calle, con “gravísimas heridas en la cabeza y fracturas expuestas en ambas piernas”, según contaron familiares de la víctima que se comunicaron con este diario. Ellos están preocupados por el estado de Arze y ocupados en esclarecer el caso, pero también tienen una profunda indignación por la actuación policial.
“Encontramos a mi abuelo porque nosotros mismos nos encargamos de buscarlo por todos los hospitales”, se quejó Juan Gervino.
Esta tremenda historia sucedió el domingo de Pascuas, cuando el jubilado fue a una iglesia ubicada a pocas cuadras de su casa, porque “había pedido una misa para un familiar” que murió recientemente, explicó Juan. Calculan que salió de allí entre las 19.30 y las 20 y que lo atropellaron intentando cruzar una calle.
Por estas horas la familia de Arze trata de reconstruir lo que pasó con el relato de algunos vecinos. “Ellos ayudaron a mi abuelo y hasta hicieron un improvisado corte de calle” para apurar la llegada de la ambulancia, apuntó el nieto, agregando que la “policía llegó después, cuando ya se lo habían llevado”.
La víctima fue trasladada al hospital de Romero, donde permanece “con respirador y medicación para mantenerlo con vida”, refirió la esposa de Juan.
La familia supo que estaba internado allí el jueves pasado, ya que “el miércoles empezamos a buscarlo fuimos a la comisaría Quinta, y aunque en el libro de guardia figuraba que habían asistido a un hombre de sus características, no nos dijeron nada. Tuvimos que buscarlo por todos los hospitales hasta que lo encontramos”, explicó Juan.
Comentó que Arze “es un hombre independiente, que vive solo y camina bien”, aunque usa bastón, por lo que la familia comenzó a preocuparse cuando no respondió a los llamados.
Con respecto a la investigación, también son sus allegados los que la impulsan a fuerza de conversar con los vecinos y potenciales testigos.
“Alguien nos comentó que los que embistieron a mi abuelo eran muy jóvenes y que intentaron agarrar a uno de ellos del brazo, pero le vieron un arma y lo dejaron ir”, recordó Juan, sin pasar por alto que en el lugar “hay cámaras públicas que curiosamente empezaron a filmar cuando llegó el patrullero”. También destacaron el aporte de comerciantes privados que ofrecieron el registro de sus propias cámaras para ayudar a la pesquisa.
El caso quedó bajo la instrucción de la fiscalía 10 de Delitos Culposos, a donde deben dirigirse todos aquellos que puedan aportar datos del hecho.
