Un hombre jubilado de 93 años desató una masacre en su casa de la ciudad bonaerense de Caseros, cuando con el argumento de que estaba “cansado de que le robaran” tomó un arma y mató a balazos a un sobrino y a dos mujeres que lo cuidaban.
Fuentes policiales identificaron al acusado del triple homicidio cometido en la ciudad cabecera del partido de Tres de Febrero como Antonio Pignotti, de 93 años.
Según los voceros, el propio Pignotti les habría dicho a los policías cuando llegaron a la casa que perpetró la masacre porque “estoy harto de que me roben”.
La escena con la que se encontraron los agentes de la Policía Bonaerense fue aterradora: el sobrino de Pignotti, ya estaba fallecido en el piso, mientras las mujeres agonizaban y murieron poco después, en el hospital al que fueron llevadas.
Todo empezó en la casa de Pignotti de la calle Tres de Febrero 3882, en Caseros, donde el hombre baleó por la espalda a su sobrino, Hebert Buffoni, 60 años, de profesión contador.
Enseguida el hombre atacó a las dos mujeres que lo cuidaban, quienes estaban en estado de shock. La policía las identificó como Miriam Segovia, de 50 años, quien recibió un balazo en la zona del tórax y murió en la ambulancia cuando era llevada al hospital Carrillo.
La otra mujer, una octogenaria llamada Ana María López, madre de Segovia, fue llevada al hospital con un balazo en la cabeza y murió alrededor de las 17 de este lunes.
Apenas llegaron a la casa los policías lograron desarmar al anciano homicida que aún tenía la pistola -una calibre 22- en las manos, de la cual poseía la titularidad pero con el permiso vencido, según indicó el jefe de la Departamental San Martín, José María Cignoli.
La expresión “estoy harto de que me roben” tendría que ver con un supuesto perjuicio económico que, según el homicida, le causaban las víctimas. La justicia ordenó que el acusado sea atendido por un psiquiatra.