La Justicia platense elevó a juicio oral la causa en la que se investiga la fuga de los hermanos Cristian y Martín Lanatta y de Víctor Schillaci de la cárcel de la localidad bonaerense de General Alvear en diciembre de 2015, cuando cumplían prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, informaron hoy fuentes judiciales.

La medida fue adoptada por el juez de Garantías 2, Jorge Moya Panisello, luego del pedido formulado por la fiscal Virginia Bravo en el marco del expediente por el cual también será juzgada Susana Elvira Martínez (53), la suegra de Cristian Lanatta (45).

La fiscal dio por probado que el 27 de diciembre de 2015, Cristian y Martín Lanatta (44) y Schillaci (37) se encontraban en el sector Sanidad de la Unidad Penitenciaria 30 de General Alvear y a la 1.45 golpearon a un guardia cuando ingresó a hacer el recuento.

Posteriormente, lo ataron de pies y manos, lo amordazaron y le robaron los borceguíes, una tricota y las llaves de un auto Fiat 128 y del penal, de acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio de la fiscalía.

Cuando estaban por salir por el “túnel” de la prisión, amenazaron con lo que aparentaba ser un arma a otro guardia, por lo que éste optó por abrirles la reja y también terminó reducido en el piso y atado con precintos.

“Quedate tranquilo, si hacés un movimiento en falso, atrás vienen sesenta más”, lo amenazó uno de los tres, y siguieron hasta la oficina de guardia, donde estaba el jefe de turno, al que le colocaron la supuesta arma en la espalda y uno le dijo: “Si vos gritás, yo te quemo, esto tiene silenciador”.

Según ese testigo, también fue atado y los tres le dijeron que esperara una hora para empezar a gritar porque para entonces ya los iba a levantar un helicóptero, algo que nunca ocurrió, ya que terminaron escapando en el Fiat 128 Europa verde del primer guardia.

Pero antes de salir de la prisión, redujeron al guardia de la puerta, le robaron una pistola ametralladora con cargador y cartuchos y lo llevaron un par de cuadras mientras uno de ellos hablaba con un teléfono celular y gritaba: “Dónde estás, dónde estás, hacé señas de luces”.

Finalmente, ataron al guardia y subieron a una camioneta 4×4 negra doble cabina con estribos en ambas puertas y barras antivuelco.

A Martínez, la fiscal la acusa de haberle dado dinero a los prófugos el mismo día de la fuga en su casa de la localidad bonaerense de Berazategui y de haberle facilitado una camioneta Kangoo gris el 31 de diciembre para eludir el accionar policial desplegado para su búsqueda.

Como pruebas contra la mujer, hay informes que indican un importante flujo de llamadas entre el teléfono fijo de la cárcel y el de Martínez entre el 30 de noviembre y el día de la fuga y una testigo que ubica a Cristian Lanatta mirando desde atrás del mostrador del comercio de ropa infantil de su suegra el mismo día de la fuga.

En ese sentido, la fiscal consideró mendaces los dichos de Martínez, quien había manifestado que su yerno no había ingresado al local y que fue violento con ella, no obstante lo cual no manifestó denuncia alguna.

El 31 de diciembre, para la fiscal, Lanatta volvió al comercio y se llevó la camioneta de su suegra previo acuerdo con ésta, quien podría acceder a un juicio abreviado, según surge del requerimiento fiscal.

En la causa, también estaban imputados los hermanos Rubén Darío ” Weby” (43) y Carlos Alberto “El paraguayo” Spital (42) y Matías Gambuzza (36), quienes habían visitado a Schilacci poco antes de la fuga, pero la fiscal consideró que no había elementos para imputarles su participación en la fuga y pidió su sobreseimiento.

En tanto, también estuvo imputado Marcelo “El Faraón” Melnik (36), que estuvo preso y luego fue liberado luego de darse por probada su versión de que los prófugos fueron a su casa a pedirle un lugar para quedarse, pero él no aceptó.

Además de esta causa, los tres detenidos enfrentan otra porque tras la evasión, el 31 de diciembre, la Policía intentó detenerlos en la localidad bonaerense de Ranchos, donde los efectivos Lucrecia Yudati (33) y Fernando Pengsawath (23) fueron gravemente heridos por disparos de escopeta y fusil.

Además, ya fue elevada a juicio otro expediente que tramita en Santa Fe, donde los Lanatta y Schillaci están acusados de haber secuestrado a un ingeniero agrónomo, a un matrimonio y a un sereno de una arrocera mientras estuvieron prófugos en esa provincia, donde finalmente los recapturaron el 11 de enero.

Actualmente, los tres purgan su condena en el Complejo Penitenciario de Ezeiza por el triple crimen de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), cuyos cadáveres fueron hallados en agosto de 2008 en General Rodríguez.

Por estos homicidios, un hermano de Schillaci, Marcelo (35), también recibió la misma pena pero al momento de la fuga estaba alojado en otra cárcel por problemas de salud.