Homicidio de Caballito: siguen la pista del éxtasis con la esvástica nazi

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Los investigadores del crimen de Osvaldo Martín Rodríguez, un joven apuñalado y arrojado desde una camioneta en el barrio porteño de Caballito el domingo último, analizan la posible relación del asesinato con un centenar de pastillas de éxtasis con el dibujo de la cruz esvástica nazi halladas en el domicilio de la víctima, informaron hoy fuentes judiciales.

El fiscal de instrucción a cargo de la causa, Martín Nikilson, y los investigadores policiales tienen como principal hipótesis que Rodríguez se dedicaba a la venta de drogas de diseño y que su crimen está ligado a esa actividad ilícita.

Es que en el allanamiento realizado en el departamento donde vivía, sobre la avenida Avellaneda al 1800, a metros de donde fue asesinado, la policía encontró alrededor de 100 pastillas de éxtasis que ahora son materia de investigación.

La particularidad que tienen estas pastillas es que la mayoría son fucsia y tienen grabadas el símbolo de la cruz esvástica nazi.

“No sabemos si puntualmente el dibujo de las esvásticas es relevante en sí para la causa, pero el hallazgo de las pastillas sí lo es. Creemos que el móvil puede estar relacionado a algún tipo de venganza o deuda por las drogas”, dijo a Télam una fuente judicial.

Fuentes de la División Precursores Químicos de la Dirección de Narcocriminalidad de la Policía de la Ciudad revelaron a Télam que la primera vez que fue incautada esta pastilla con la cruz esvástica como la secuestrada en el departamento de Rodríguez fue el 25 de mayo pasado en inmediaciones del boliche “Crobar” de Palermo, en el cruce de las avenidas Coronel Marcelino Freyre y Dorrego, a metros del Rosedal, donde realizó un show el DJ alemán Chris Liebing.

“Esa fue la primera vez que secuestramos la pastilla con la esvástica. No estaba en el catálogo internacional de logos de las píldoras”, dijo a Télam un jefe policial del área de Narcocriminalidad.

Fuentes de la investigación informaron a esta agencia que Rodríguez fue detenido por efectivos de la comisaría 23 de Palermo a la 1.45 de la madrugada del 26 de marzo pasado vendiendo éxtasis a metros del mismo boliche, sobre avenida Freyre e Infanta Isabel.

Según las fuentes consultadas, el efecto o potencia de las pastillas de éxtasis varía de acuerdo a la cantidad de MDMA -abreviatura de metilenedioximetanfetamina, el nombre científico de la droga-, y que para diferenciar una de otra es que los “cocineros” o químicos que las fabrican las hacen de diferentes formas y colores.

“Les imprimen en relieve diversos sellos que pueden ser logos o marcas de todo tipo como la cara del ratón Mickey o escudos de distintos automotores”, detalló el informante.

El vocero policial del área antidrógas de la Policía de la Ciudad también explicó que los “dealers” compran cada pastilla de éxtasis a un valor que oscila entre los 95 y 100 pesos” y luego las venden en la puerta de boliches de música electrónica a entre 280 y 300 pesos.

El crimen de Rodríguez (24) fue cometido alrededor de las 21.30 del domingo pasado y se descubrió cuando un vecino llamó al 911 para informar que había algún tipo de altercado con los ocupantes de una camioneta Renault Kangoo blanca en la avenida Donato Álvarez al 400.

Al lugar arribó un móvil de la comisaría 50, con jurisdicción en la zona, y allí se entrevistó con el hombre que había llamado al 911 para contar que había visto movimientos sospechosos en una camioneta Kangoo.

Mientras los policías se entrevistaban con el denunciante, una pareja se acercó al lugar para informar que a la vuelta, sobre la calle Juan Felipe Aranguren al 1800, entre Donato Álvarez y Calcena, habían arrojado a una persona desde la camioneta Kangoo sospechosa.

Esa acción quedó grabada a las 21.37 por varias cámaras de seguridad de la cuadra, donde se observa el paso de una camioneta Kangoo desde donde arrojan en movimiento a Rodríguez, apuñalado pero aún con vida.

Cuando arribó la ambulancia del SAME, la víctima ya había fallecido y el médico que revisó Rodríguez vio a simple vista al menos seis puñaladas en la espalda, el tórax y otras zonas del cuerpo.