Un hombre baleó en la cara a su pareja en una casa de City Bell

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Foto Diario El Día

Fuente Diario El Día

Una vivienda de City Bell se convirtió ayer en escenario del horror más impensado. Nunca había pasado nada malo como para anticipar o imaginar el drama que ahora está viviendo la familia de Graciela Martínez, una masajista de 36 años, madre de cuatro hijos y, ya con un nieto, pese a su corta edad.

La mujer tuvo que ser llevada de urgencia por su pareja al hospital de Gonnet, tras haber recibido un disparo en el rostro en su domicilio de la calle 15 Nº 1536, entre 460 y 461. El hombre, identificado por la Policía como José Edgardo Almirón (33) presuntamente le dijo a los médicos que habían intentado asaltarlos y que los delincuentes le pegaron un balazo a su esposa.

Sin embargo, cuando se dio cuenta que ella estaba consciente y que podía hablar, se quebró y reconoció todo. Por eso quedó detenido en una causa que lo tiene imputado por el delito de “tentativa de homicidio agravado por el vínculo”.

Las fuentes informaron a este diario que “la pareja vivía bajo el mismo techo, pero hace unos meses estaban distanciados. Fue una decisión de común acuerdo, ya que hay tres hijos en común (Martínez tiene otro de una relación anterior) y la propiedad sería de los padres de Almirón”.

“Todo funcionaba, pese a la situación”, agregaron los voceros. Hasta que ayer sonó el celular de la mujer y el hombre vio el mensaje. Al parecer, el que llamó sería un vecino, al que fue a increpar.

No trascendió el contenido de ese llamado, aunque “después Almirón volvió enfurecido a la casa y empezó a discutir con Martínez”, detallaron los informantes. Los hijos más chiquitos estaban cerca.

En esas circunstancias, el hombre tomó un 32 del abuelo y “gatilló al menos cuatro veces”, mencionaron. El revólver disparó una vez y el proyectil impactó en la cara de la masajista, que cayó al piso. Por ahora la mujer se encuentra estable, con el plomo alojado en un ojo.

En el hospital de Gonnet, anoche, la seguían evaluando para saber si había urgencia de proceder a una intervención quirúrgica y las posibles secuelas de la agresión.

Del imputado se indicó que supo trabajar en una empresa de telefonía, que es ciclista y que a Martínez la conoció cuando su primera hija era bebé. Ayer la fiscal Betina Lacki lo indagó por los cargos de mención y lo dejó preso. Todo el operativo policial, que posibilitó el secuestro del arma, fue comandado por el titular de la comisaría 10ª, Daniel Claure.