La fiscal que investiga el crimen de Ayelén Roldán, la joven embarazada que fue estrangulada en la localidad bonaerense de Glew, notificó formalmente al marido de la víctima y al matrimonio amigo en cuya casa fue asesinada, que están siendo investigados como sospechosos, informaron hoy fuentes judiciales.

La fiscal María Laura Alfaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Lomas de Zamora, le notificó a los tres sospechosos lo que se conoce como el artículo 60 del Código Procesal Penal bonaerense, a partir del cual quedan formalmente imputados aunque la prueba aún no alcanza para atribuirle a alguno la autoría del crimen, ni para que sean citados a una declaración indagatoria.

De esta forma, el marido de Ayelén, Ariel Hernán Vallet, y los inquilinos de la propiedad donde ocurrió el asesinato, Adrián Aníbal Torres y Natalia Inés Cottone, son los tres imputados que ahora tiene el expediente.

“Es una formalidad a partir de la cual los tres saben que la Justicia los está investigando y por ello se piden pericias y todo tipo de medidas que los involucra. Para no vulnerar su derechos de defensa, están en condiciones de poner un abogado defensor y peritos de parte”, explicó a Télam uno de los investigadores judiciales.

Una de las medidas de la cual la fiscal Alfaro espera resultados son los análisis de ADN que se están realizando para ver si alguna evidencia genética incrimina o descarta a alguno de estos sospechosos.

Vallet, Torres y Cottone se sometieron en forma voluntaria a la extracción de sangre y muestras para obtener sus perfiles genéticos y que ellos sean usados para eventuales cotejos de ADN.

Es que también se realizaron hisopados subungueales, tanto de la víctima en la autopsia, como de los sospechosos, ante la posibilidad de que debajo de las uñas de alguno de ellos se encuentre material genético apto para algún estudio de ADN que determine si alguien llegó a rasguñar a otro.

Ayelén Roldán (19) fue encontrada estrangulada a las 5 del martes pasado, en una vivienda de la calle Fleming 3550 de Glew, partido de Almirante Brown, en el sur del conurbano bonaerense.

Torres y Cottone declararon que el lunes habían pasado a buscar a Ayelén para tener relaciones con ella y luego, por la noche, la dejaron al cuidado de sus cinco hijos mientras ellos iban a buscar a otra persona para participar de un encuentro sexual, ya que admitieron ser swingers.

El matrimonio declaró que salieron de su casa alrededor de las 20 y regresaron a las 5 de la madrugada siguiente, momento en el que encontraron muerta a Ayelén en el piso del living, en medio de un desorden donde notaron algunos faltantes.

Por el momento, la fiscal Alfaro sólo tiene confirmada una de esas nueve horas en las que el matrimonio dijo haber estado fuera de su casa, ya que un gomero declaró como testigo y confirmó que tuvo relaciones sexuales con ellos pero sólo entre las 2 y la 3 de la madrugada de ese martes.

El marido de Ayelén también aportó una coartada al afirmar que estuvo en su casa durmiendo durante las horas de la noche y madrugada en las que ocurrió el crimen.

Vallet, a quien en una revisión médica le detectaron algunas excoriaciones compatibles con arañazos, dijo que desconocía que su mujer tuviera relaciones con esa pareja y que el lunes Ayelén se fue de su casa porque el matrimonio la pasó a buscar para llevarla a hacer compras a la feria La Salada, lo que después se aclaró era un “código” para invitarla a tener sexo.

Ayelén era madrina de uno de los hijos de Torres y Cottone y la mujer de esta pareja iba a ser madrina del bebé que estaba gestando la víctima.