La comisario de la Policía de la Ciudad Susana Aveni, detenida como organizadora de una asociación ilícita que cobraba sumas ilegales a comerciantes y trapitos, amplió su indagatoria para rechazar las acusaciones, quejarse por su detención y pedir su traslado a una unidad policial o de Gendarmería para facilitar que la visite de madre, de 86 años.
Aveni pidió ampliar su indagatoria y lo hizo durante dos jornadas ante el juez Ricardo Farías, ante quien precisó sus refutaciones a cada una de las imputaciones.
La policía explicó que no tenía intervención directa en las actividades de la Comisaría 35, descartó responsabilidades en su ex titular, el prófugo comisario Norberto Villarreal y puso como testigos a todos los funcionarios policiales que trabajaron con ella durante casi cuatro décadas en las fuerzas de seguridad.
Aveni está detenida, al igual que el ex jefe de la Policía de la Ciudad José Pedro Potocar, pero se quejó porque “los tres subcomisarios están en libertad”.
“Potocar está detenido en Gendarmería y a mí me deniegan la libertad por un trapito que dice que tiene miedo y con los mismos argumentos le dieron la libertad a (el subcomisario Marcelo) Stefanetti”, se quejó la ex uniformada.
Sobre el final de su declaración, Aveni manifestó su deseo de “ser trasladada a un alojamiento distinto”, pues comparte alojamiento “con nueve personas condenadas”.
“Quiero pedir en lo posible ir a un edificio de la gendarmería nacional o de alguna fuerza de seguridad. Incluso que se contemple la posibilidad de que me puedan alojar en alguna dependencia de la Policía Montada que depende de la Policía Federal” insistió.
“Esto lo solicito en virtud de mis antecedentes médicos, pues tengo casi 60 años de edad y tengo una madre de 86 años y que en este momento está enferma por haber tomado frio haciendo la fila para visitarme en Ezeiza”, justificó.
