King Kong, el narco que cayó por querer reunir a su familia

1187

Las cuatro mujeres y los cuatro chicos que se acercaron a la estación de servicio del Camino de Cintura, cargaban bolsos y valijas. Los esperaba un ómnibus que en el parabrisas delantero tenía un cartel que anunciaba “El Bolsón” como supuesto. Después de intercambiar un par de palabras con el chofer, que vestía con ropa informal, subieron. Era el comienzo de un largo viaje, pero también el principio del fin para un presunto jefe narco conocido como “King Kong”, que estaba en la clandestinidad desde el 27 de junio del año pasado, cuando logró fugarse a los tiros de un operativo en La Matanza, donde se habían secuestrado 4272 kilos de marihuana, publica el diario La Nación.

Oscar Ramón Cardozo, paraguayo de 47 años, estaba oculto en Catriel, en el departamento de General Roca, Río Negro, donde había alquilado un campo para trabajar. Pero ya no quería estar alejado de su familia. Y con la tranquilidad que le daba el aire bucólico de aquella ciudad petrolera decidió llevar al sur a su mujer, a sus hijos y a otros familiares. Lo que nunca imaginó es que detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) iban a seguir el ómnibus alquilado por él. Y que eso desembocaría en su detención del 23 de febrero pasado.

El hombre que se ganó el apodo de King Kong cuando la persona que hizo la denuncia anónima que originó la investigación lo describió como “morocho, corpulento y de nariz y pera prominentes” acaba de ser procesado por el juez federal porteño Ariel Lijo. Le dictó la prisión preventiva por los delitos de “financiamiento y organización de actividades de tráfico de estupefacientes con fines de comercialización, agravados por la participación de tres o más personas para tal fin, en concurso real con resistencia a la autoridad”. Y le trabó un embargo por un millón es pesos, según informaron calificadas fuentes judiciales.

A Cardozo se le imputó haber “liderado una organización delictiva que funcionaría desde al menos el 2 de marzo de 2016, cuya finalidad sería el tráfico, transporte, distribución, fraccionamiento y venta de sustancias estupefacientes. Puntualmente, la droga sería ingresada al territorio nacional desde Paraguay hasta la provincia de Misiones. Allí era almacenada en diversos inmuebles, en los cuales era camuflada, escondiéndola en vehículos de gran porte. Esos vehículos atravesaban el territorio nacional hacia el Gran Buenos Aires y ciertos partidos de la provincia de Buenos Aires, donde descargaban las sustancias ilícitas en distintos inmuebles. En esta etapa sería descargada, nuevamente almacenada y distribuida en menores proporciones que eran dirigidas a distintos distribuidores y revendedores que operarían en esta ciudad y en distintos puntos del país”.

La información acumulada guió a las fuerzas de seguridad hasta un galpón de Virrey del Pino, La Matanza, el 27 de junio pasado. Allí encontraron 4272 kilos de cannabis ocultos en un camión que simulaba transportar cajones de madera. Según el expediente judicial, “King Kong” logró escaparse a los tiros del procedimiento en una camioneta 4×4 que manejaba el chofer de Cardozo.

Sabía que había perdido. Así que intentó ocultarse y desaparecer del radar de los investigadores.

Pero la pesquisa siguió con tareas de inteligencia e intervenciones telefónicas. El 17 de septiembre de 2016 los detectives de la PSA ubicaron a King Kong en Cañuelas, donde había ido a entregar 100.000 pesos en parte de pago por un cargamento de droga. Se escapó. Un día después, un colaborador suyo comenzó con el traslado de la marihuana.

Los detectives policiales y judiciales estaban seguros de que King Kong seguía operativo, pero no podían ubicarlo. Hasta que los celulares que, según se sospechaba, utilizaba se activaron en Catriel. Una escucha telefónica posterior reveló más detalles: Cardozo le comentaba a un interlocutor que trabajaba en un campo de 500 hectáreas con 20 caballos y gallinas. “¡No lo va a poder creer cuando lo vea!”, dijo. Los investigadores se convencieron de que se refería a su esposa.

Así fue como, al ir tras los pasos de la familia, los investigadores llegaron hasta King Kong. “Alquiló el servicio de un ómnibus para llevar a su familia a Catriel”, dijo un calificado detective del caso. La PSA siguió por más de 1000 kilómetros al ómnibus, que detuvo su marcha en el campo que el sospechoso había alquilado en Colonia Ovejero.

Cardozo, que en 2006 se había escapado de la alcaidía de Reconquista, Santa Fe, donde estaba preso tras haber sido detenido con 380 kilos de marihuana, estaba a punto de caer de nuevo. El 23 de febrero pasado fue atrapado en Catriel, en el dúplex de Roque Sáenz Peña al 600, que había alquilado y al que había mudado a su familia. Cuando el personal de la PSA irrumpió en la casa él intentó escapar por una puerta del fondo, pero no pudo ir muy lejos. El viaje de King Kong había terminado.