Efectivos de la comisaría 31 que recorrían la calle Conde al 400, en el barrio de Colegiales, fueron alertados por un vecino que a cien metros de allí se estaba produciendo el robo de un Honda City.
Al llegar al lugar, los uniformados observaron que el auto denunciado salía a gran velocidad por la calle Conde, en sentido hacia la avenida Dorrego, y con la dueña del auto como rehén.
Ante esta circunstancia, el agente tomando todos los recaudos de seguridad y a fin de evitar que el delincuente se fugara con la víctima, efectúo dos disparos certeros al neumático delantero izquierdo del Honda, que provocaron su explosión.
Sin embargo, el malviviente respondió esgrimiendo un arma de fuego y tratando de embestir al oficial, a la vez que por radio se implementó un operativo cerrojo para anticiparse a las posibles rutas de escape del malhechor.
No obstante ello y pese a encontrase el neumático desinflado, continuó la fuga por la calle Matienzo en contramano. Luego de 700 metros de persecución, al llegar a su intersección con la avenida Cramer, perdió el control del auto y chocó con un FIAT 500 que se encontraba estacionado.
Luego de la colisión, el delincuente abandonó el auto y emprendió una fuga de a pie, siendo alcanzado por personal policial a los 150 metros. Allí fue reducido y desarmado.
Al momento de la requisa y, ante testigos, se encontraron entre las pertenencias del imputado un revolver calibre 32 sin marca ni numeración visible, 2000 pesos en efectivo y alhajas.
Consultado el magistrado interventor, caratuló la causa como “Tentativa de robo, Privación Ilegítima de la Libertad y Disparo de Arma de Fuego” y ordenó el traslado del delincuente a dependencias policiales.
