Crimen del empresario: procesaron al yerno como coautor material

899

La Justicia procesó hoy con prisión preventiva a Santiago Corona como coautor material del homicidio de su suegro, el empresario de la construcción Roberto Fernández Montes, cometido el 21 de enero en el barrio porteño de Caballito, informaron fuentes judiciales.

El juez de instrucción Hernán Martín López no sólo consideró a Corona (34) como el posible ideólogo del homicidio sino que también le endilga, junto al carnicero paraguayo aún prófugo, Pedro Ramón Fernández Torres (50), una participación activa en el crimen de Fernández Montes (67), basándose en una lesión defensiva que el imputado presentaba en su antebrazo derecho.

En la resolución -publicada por el Centro de Información Judicial (CIJ)-, el juez López procesó a Corona como “coautor, penalmente responsable, del delito de homicidio agravado por su comisión con alevosía”, es decir, por el estado de indefensión de la víctima; le dictó la prisión preventiva, por lo que continuará detenido en el penal de Marcos Paz y le trabó un embargo por 1.100.000 pesos.

Al describir el hecho, el magistrado dio por probado que Corona y Fernández Torres asesinaron al empresario “el día 21 de enero de 2017 entre las 12.10 y las 13.31, en el interior de la vivienda de la víctima sita en la calle Aranguren 36, piso 5° de esta ciudad, para después de quitarle la vida envolverlo con las sábanas y el acolchado de la vivienda y a fin de deshacerse ambos del cuerpo”.

“Ese mismo día- continúa el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 6-, lo carbonizaron y arrojaron en un descampado por la zona vecinal llamado Los Pozos, Cañuelas, provincia de Buenos Aires”.

López le dio un “valor probatorio innegable” a “las filmaciones correspondientes a las cámaras de seguridad del edificio de Aranguren 36”, al considerar que “develan una gran parte del desarrollo de un plan homicida, con el aditamento de facilitar la correcta individualización de sus protagonistas”.

Al fundamentar la coautoría material, López afirma que entre Corona y Fernández Torres “existió una planificación para cometer este fatal atentado contra la vida de Roberto Fernández Montes” y que “aparentemente estaba todo perfectamente planificado, con una logística que llevó meses en su preparación”.

El juez afirma que “la circunstancia de que Corona arribara casi cuarenta minutos después de que la víctima ya había sido abordada por Fernández Torres, no lo excluye de responsabilidad en cuanto a la autoría criminal”.

“Menos aún -agrega el magistrado-, cuando lo hizo vistiendo guantes, con clara intención de no dejar sus huellas en el escenario homicida que tenía pronosticado”.

López revela que “al ser Santiago Corona examinado físicamente por el médico legal, se advirtió una lesión en su antebrazo, la que por su característica, modo y tiempo de producción, se infiere de aquellas que son cometidas por parte de una persona atacada como defensa para repeler la agresión física a la que estaba siendo sometido”.

“Con ello adelanto que, Santiago Corona no resulta ajeno de su intervención activa en el haber dado muerte a su víctima, pues esa lesión que presenta en su brazo, puedo deducir, que fue proferida por Roberto Fernández Montes para defenderse de la acometida violenta a la que fue sometido por él y su consorte”, afirma el juez.

Sobre el móvil del crimen, el magistrado señala que “se debe traer a colocación las cuestiones familiares y laborales que meses previos a ese hecho, relacionaron a Roberto Fernández Montes y su yerno”.

En ese sentido, el juez mencionó que se pudo acreditar que cuando estuvo al frente de la empresa “Minivial”, Corona “provocó un perjuicio económico a su suegro en una abultada suma de dinero, lo que llevó que a mediados de mayo de 2016, Fernández Montes lo separe de la empresa y le pida la restitución de las llaves de su casa”.

López también menciona que “la existencia de una carpeta con documentos que acreditaban la estafa” originaron una serie de amenazas de Corona a su esposa, Natalia Fernández Montes, hija menor de la víctima.

“Decile a tu viejo que no me siga difamando que soy un chorro, porque sabes lo que voy a hacer con tu viejo, no lo van a encontrar, tengo gente que responda por mí”, le dijo Corona a su esposa, según declaró su mujer.

El magistrado también valoró como prueba las 17 comunicaciones telefónicas que Corona mantuvo con el carnicero, una de ellas el viernes previo al asesinato, y las 16 restantes el día del hecho, algunas durante la misma ejecución del crimen y el posterior ocultamiento del cuerpo.

Por el caso, continuaba aún prófugo el carnicero paraguayo Fernández Torres y el abogado Matías Morla, que representa a la hija mayor de la víctima, apeló ayer la falta de mérito con la que fue beneficiado y liberado el mecánico César Ricardo Arce López (43).