Un ciudadano paraguayo es el tercer sospechoso acusado de participar en el homicidio del empresario español Roberto Fernández Montes.

El sospechoso fue identificado como Pedro Ramón Fernández Torres, tiene 50 años de edad y tiene pedido de captura nacional e internacional. Los investigadores creen que Fernández Torres es uno de quienes carga el cadáver en el video difundido en las últimas horas.

 

Otro de los hombres registrado en la cámara de seguridad fue entregado por su propia esposa e hija, se informó hoy.

El abogado Matías Morla, representante de las hijas de Roberto Fernández Montes dijo hoy que una de ellas entregó a su propio esposo y padre de sus hijos en la comisaría luego de verlo en las imágenes que las cámaras de seguridad del edificio registraron el día del crimen.

El letrado reveló que “de casualidad las chicas recurrieron solas a la filmación del departamento y ellas advirtieron que el homicida estaba en el grupo familiar”.

“No fue producto de ninguna investigación, fue la inteligencia de una de las hijas que logró dar con la persona (por Corona)”, indicó Morla.

Tras darse cuenta de quién se trataba, Natalia llevó a su esposo engañado a la comisaría y lo entregó ante los investigadores del caso.

Morla aseguró que Santiago Corona, yerno de la víctima y sindicado coautor del asesinato, durante la desaparición del empresario fingió ayudar a la familia a buscarlo en hospitales y decía que “iba a encontrarlo”.

“Las hijas pensaron que Roberto había sufrido un pico de presión y por eso buscaban en los hospitales, Corona decía que iba a encontrarlo, todo una farsa”, sostuvo Morla.

“Fue un crimen totalmente planificado, previsto y que se realizó con total alevosía, aparte del asesinato que hizo después quemó el cuerpo y por eso no puede determinarse la causa de la muerte dada la descomposición del cadáver”, afirmó.

Según Morla, abogado de Giselle y Natalia, esposa de Corona, “este personaje venía amenazando (a la familia) por una carpeta” que Fernández Montes tenía en su departamento a raíz de unas “estafas previas” que supuestamente había cometido Corona.

Para el abogado, el móvil del crimen fue por esa situación y luego se sumó lo de una póliza de seguro de vida que iba a cobrar a través de su hija y los 20.000 dólares hallados en el auto del empresario.

Por último, Morla dijo que “esta persona (Corona) amenazó de muerte a Natalia Fernández, amenazó de muerte a Roberto Fernández y lo asesinó y ahora está amenazada de muerte Natalia y no hay consigna policial, por eso habría que ordenar custodia porque esta gente está desequilibrada”.

Por último, el juez que investiga el crimen del empresario de Fernández Montes, tomaba este miércoles una serie de declaraciones testimoniales vinculadas a una coartada que presentó uno de los detenidos por el caso, quien negó su participación en el crimen, informaron fuentes judiciales.

En la sede del Juzgado Nacional en lo Criminal 6, el juez Hernán Martín López y la secretaria Karina Auletta estaban abocados a escuchar las testimoniales de los testigos de coartada presentados por la defensa de César Ricardo Arce López (43), el mecánico detenido como presunto autor material del asesinato.

“Están evacuando citas con testigos de la defensa”, dijo a Télam una fuente judicial con acceso al expediente que por el momento está caratulado como “homicidio agravado por alevosía”.

Arce López declaró ayer ante el magistrado, que él no era la persona que aparece en los videos del edificio de la calle Felipe Vallese 36 del barrio porteño de Caballito ingresando al edificio a las 9:04 del sábado pasado, y manipulando luego el cadáver de Fernández Montes cuando lo bajaron envuelto en sábanas por el ascensor hasta la cochera.

El imputado, que fue detenido en la madrugada de ayer en el barrio Olimpo de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, le dijo al juez: “yo no soy el del video”, y negó cualquier participación en el hecho.

Además, presentó como coartada haber estado el día del crimen con familiares y justamente esos parientes y otros testigos son los que fueron citados a declarar por el magistrado.

Las fuentes agregaron que más allá de esta causa por “homicidio agravado”, el mecánico Arce López tenía una “rebeldía” por la que debía presentarse en el Juzgado Federal 1 porteño en el marco de una causa por “falsificación de documento”.

El otro detenido, Corona, se negó ayer a prestar declaración indagatoria ante el juez López. Arce López es conocido de Corona y, por ese vínculo, ocasionalmente trabajó reparando algunas máquinas de la empresa de la víctima. Ambos continuaban hoy detenidos en la alcaldía del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en el subsuelo del Palacio de Tribunales.