Cada 36 horas fue arrestado un menor en enero por delitos violentos en la Ciudad

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Los vecinos del pasaje Aromo se vieron sorprendidos en la tarde del viernes pasado por un importante operativo de seguridad. Varios patrulleros llegaron a esa zona del barrio de Saavedra tras la llamada sobre una entradera. Los ladrones seguían por el área, saltaban por las tapias en busca del escape. Uno fue rodeado por policías, pero no se sintió intimidado. Atacó a los uniformados con un cuchillo antes de ser reducido. Su cómplice fue atrapado oculto entre plantas de un jardín. Los dos delincuentes son menores, al igual que el adolescente capturado por efectivos de la comisaría 48», con jurisdicción en Villa Lugano, luego de arrebatar con violencia las pertenencias a una mujer. Se trata de sólo tres de los doce menores arrestados en estos primeros días de enero en la ciudad de Buenos Aires.

En momentos en que está en debate la situación de los menores en conflicto con la ley penal, en las calles porteñas la realidad policial determina que, en promedio, cada 36 horas es arrestado un adolescente. Incluso hay casos de detenidos que son considerados inimputables en el actual régimen penal juvenil. Eso pasa, por ejemplo, con el chico de 14 años atrapado este mes luego de robar en un comercio de la Avenida del Libertador al 800, publica el diario La Nación.

Si bien en la provincia de Buenos Aires esos casos especiales pueden terminar en un encierro en un instituto de menores, a criterio del juez de turno, en la ciudad de Buenos Aires esos asaltos, con armas en muchos casos, terminan con la entrega del menor a su familia.

Con armas de fuego en su poder fueron capturados, por ejemplo, dos adolescentes que minutos antes habían robado a dos chicas en la zona cercana al Planetario. Tras la descripción realizada por las jóvenes damnificadas se localizó a los sospechosos en la estación Saldías, del ferrocarril Belgrano Norte. Tenían, además de las armas, los celulares robados a las chicas. Un botín escaso, pero que en los últimos tres años se transformó en el objetivo central de varios asaltos violentos. Los arrestos de menores vinculados con delitos graves son algo cotidiano. Las detenciones en las primeras semanas de enero en la ciudad de Buenos Aires señalan esa realidad.

En otro de los casos fue interceptada por la policía una motocicleta en la que circulaban dos personas. Fue una acción preventiva de control y esos sospechosos no estaban armados, pero el acompañante era un joven con antecedentes.

Otro chico, Brian Aguinaco recibió un disparo en el rostro por parte de motochorros y esa vez sí portaban una pistola. El adolescente señalado como autor de ese disparo fue declarado inimputable y se lo trasladó a Perú para ser entregado a sus abuelos. El sospechoso principal del asesinato de un niño de 14 años abandonó la Argentina, pero dejó la polémica por la edad de imputabilidad.

Más allá de los casos reseñados en la ciudad de Buenos Aires, el problema de los menores en conflicto con la ley penal se agiganta en el conurbano. Este mes al menos cuatro chicos fueron detenidos como sospechosos de homicidios. Dos adolescentes de 14 años y uno de 16 están privados de la libertad por el crimen del jubilado Francisco Vázquez, apaleado en su casa de Villa Ballester luego de denunciar por robo a uno de esos menores. En tanto que por el asesinado de Fernando Hinojosa en La Matanza está detenido otro chico de 15 años.

La participación de menores en delitos violentos es bastante importante en la región metropolitana. Los datos del Ministerio Público bonaerense apuntalan los pedidos de cambios en el régimen penal juvenil a nivel nacional. En Buenos Aires, durante 2015, fueron imputados 174 menores por homicidios y otros 186 quedaron involucrados en causas de tentativas de homicidios. Y fueron 1942 los adolescentes acusados en ese distrito por robo agravado por el uso de armas de fuego.

Entre los chicos que no alcanzan la edad para ser imputados por un delito también se registran 100 menores de 16 años privados de la libertad en todo el país, según datos del informe sobre jóvenes en conflicto con la ley penal efectuada en 2015 por el Ministerio de Desarrollo Social y Unicef. Y mientras el debate técnico y político da sus primeros pasos, más chicos son arrestados en las calles metropolitanas.