Néstor Monzón, el fisicoculturista de 50 años que fue detenido acusado de secuestrar a una mujer para drogarla y violarla durante varios días en su departamento del barrio Norte, fue trasladado en las últimas horas al hospital de Melchor Romero con un cuadro de “taquicardia”.
Según publica el diario El Día, los médicos que lo revisaron decidieron dejarlo internado para someterlo a un chequeo exhaustivo y, una vez que terminaron de realizar esos estudios, lo derivaron de nuevo, compensado, a la comisaría Decimocuarta, de esa misma localidad. Monzón está alojado allí desde el primer día, ya que es la seccional asignada a los imputados por delitos sexuales.
“Por el cuadro que presentaba se especuló con una abstinencia alcohólica o de drogas”, deslizó un investigador, aunque voceros policiales se negaron a confirmar esa versión “hasta que no la certifiquen los médicos” que lo revisaron. El imputado habría reconocido su adicción al alcohol y algunas sustancias, pero en el allanamiento a su departamento -cuando lo detuvieron- no se secuestraron estupefacientes.
Se esperan los resultados de los análisis de sangre realizados a la víctima, K.L.C (45), ya que se sospecha que ingirió algún tipo de droga en los días que permaneció cautiva, entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre. La mujer “está mejor”, dijo su abogado Leandro Sberna, quien aclaró que, por el momento, “no tiene fecha” prevista la declaración testimonial frente al fiscal del caso, Marcelo Martini.
Es que la mujer sólo dio su versión ante la policía, poco después de que la rescataron, malherida y en shock, en un kiosco de 15 y 34. En esas circunstancias contó que a las 23.30 del sábado 29 de octubre fue a Plaza Italia para encontrarse con un sujeto de quien sólo sabe que se llama Javier, le dicen “El Guri” y se lo recomendó una conocida que estaba al tanto de que ella “buscaba un ingreso extra” al sueldo que percibe por su trabajo en una maderera.
La víctima contó que este hombre le prometió “contratos para tareas administrativas de entre 10 mil y 13 mil pesos por mes”, con la condición de “ir a unas oficinas para acordar los términos”, según reveló el hermano de K.L.C, Javier.
“Guri” le anticipó que iba a presentarle “a un amigo que practicaba karate” e identificó como Néstor Monzón. Las “oficinas” resultaron ser el departamento B de un PH de 36 entre 13 y 14, donde el acusado le mostró a la víctima “su gimnasio”. Aparentemente, el “Guri” salió por un rato y regresó con alcohol, “discutió con el dueño de casa y se fue”, dejando a K.L.C a solas con el fisicoculturista.
Según la mujer, cuando ella también quiso irse el dueño del departamento la “agarró de los pelos, la tiró al piso y le pegó una patada”, antes de insultarla y advertirle “bancátela”, reveló un investigador que tuvo acceso a la denuncia.
K.L.C fue penetrada anal y vaginalmente, pero, al parecer, no con el pene. Aseguró que perdió mucha sangre, no comió ni tomó agua, y pensó que se “iba a morir”, según admitió ante los pesquisas, convencida de que su captor “disfrutaba de lo que le hacía”.
Los familiares de la víctima aseguraron que fue obligada a hablar dos veces con sus hijos (tiene cinco y vive con los dos menores), para decirles que estaba bien y que la esperaran, pero a los tres días los chicos se asustaron y se contactaron con un tío y la abuela. Los investigadores aseguran que el 3 de noviembre Monzón echó a la víctima a la calle (presuntamente al tanto de que sus parientes habían recurrido y la Policía) y ella, malherida y en shock, pidió ayuda en un kiosco de 15 y 34. El lunes pasado la DDI allanó el departamento de Monzón y lo detuvo, acusado de “abuso sexual con acceso carnal reiterados, doblemente agravados por resultar un grave daño en la salud física de la víctima y por ser gravemente ultrajante en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada”.
