Un convento de la ciudad entrerriana de Nogoyá fue allanado tras una denuncia periodística por torturas y hallaron “ciertos elementos de tortura y autoflagelación” como látigos y silicios, informó el fiscal que lleva adelante la causa, Federico Uriburu.
Se trata del convento católico de las Carmelitas Descalzas, ubicado a unos 100 kilómetros de la capital entrerriana, donde el procedimiento, que comenzó a las 5 de la mañana, aún continúa.
El Fiscal Uriburu detalló que la Superiora del lugar “resistió el ingreso de los funcionarios judiciales y policías, que tras unos minutos lograron forzar la puerta”.
Al ingresar “no hubo necesidad de revisar cada cuarto, porque se aportaron en forma voluntaria una cantidad de silicios y látigos, pequeñas fustas de unos 40 centimetros”.
Según el fiscal, se secuestraron libros de actas y los allanamientos “continúan durante esta tarde, donde se revisan las habitaciones de las internas”.
En una habitación se halló una “gran biblioteca con numerosos libros de teología y religión pero no hay manuales o libros sobre la instrumentación de prácticas de tortura”, resaltó Uriburu.
Asimismo, precisó que las internas “están siendo revisadas de a una por el médico de policía” pero de manera “muy superficial”, debido a las cuestiones religiosas. En ese sentido, indicó que “hay bastante resistencia de parte de la Superiora”.
En el lugar se encuentra trabajando la comisión del delito de privación ilegítima de la libertad agravada de la Justicia de Nogoyá, autoridades judiciales y efectivos policiales del grupo de Operaciones especiales de la policia de Entre Ríos.