Un juez porteño ordenó hoy las detenciones de un comisario y cuatro suboficiales en el marco de una investigación por posibles cobros de coimas a “trapitos” en el barrio de Núñez, jurisdicción de la comisaría 35.
Hasta el momento, dos de ellos fueron detenidos y los otros dos permanecían prófugos, entre ellos el comisario Villarreal
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron a Online911 que las ordenes fueron dadas por el juez de Instrucción Ricardo Farías luego del pedido del fiscal José María Campagnoli.
El fiscal viene desde hace meses investigando el accionar del comisario Néstor Villareal, que luego de conocerse las acusaciones fue derivado a otra comisaria y cuatro subpficiales a quines se los acusó de exigir dinero a comerciantes para brindarles seguridad y por extorsionar a los llamados “trapitos” para dejarlos trabajar.
Las fuentes agregaron que por tal motivos efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria allanaron las comisarías 52, 37, 41, y 47 donde estarían sirviendo los policías acusados.
La pesquisa comenzó en agosto cuando Campagnoli allanó la comisaría 35 donde secuestró documentos que luego de ser analizado terminaron con los pedidos de detención efectuados hoy por el juez Farías.
Según consignó el Diario La Nación Campagnoli encontró anotaciones, escrita de puño y letra en un cuaderno marca Gloria de hojas rayadas, en la oficina de uno de los detenidos, El comisario Villareal por entonces a cargo de la comisaría 35 donde figuraban los apodos como “Gorda”, “Gusano” y “Cachorro” y siglas como DGC y SSM, acompañadas de números.
“Todo indica que se trataba de la constancia en clave de cómo se distribuía, entre uniformados y dependencias policiales, el dinero exigido a comerciantes y empresarios a cambio de una seguridad privilegiada, y de la extorsión de los cuidacoches, más conocidos como “trapitos”. La famosa “caja negra” de la fuerza de seguridad”, señaló el matutino.
Los otros investigados que fueron detenidos son el sargento primero Adrián Otero, del cabo Alejandro Malfetano, del sargento Sergio Ríos y del suboficial escribiente Marciano Quiroga.
El diario agrega que un uniformado que trabajaba en la comisaría 35a. declaró como testigo en la fiscalía de Campagnoli. Bajo juramento contó que ciertos comercios aportaban en forma periódica y sistemática grandes sumas de dinero exigidas por el comisario [por Villarreal]. Y que parte de la recaudación de la caja negra era distribuida a organismos superiores como la Circunscripción VII, la Dirección General de Comisarías, que para los investigadores figura en el manuscrito secuestrado con las letras DGC y la Superintendencia de Asuntos Internos.
Recordemos que todas estas dependencias fueron traspasadas por el Gobierno Nacional y son parte de la nueva Policía que hace semanas atrás anunció su ministro Martín Ocampo y que contó con la resistencia de parte del personal traspasado que provenía de la Federal.
Fuentes de la Policía de la Ciudad señalaron que desde el mismo momento de la investigación de Campagnoli se abrieron sumarios internos en la Fuerza y se entregó toda la documentación requerida por la Justicia.
Por pedido de Campagnoli se ordenó también allanamiento de Asuntos Internos donde secuestraron $ 63.000 y US$ 1000. “Los funcionarios que se desempeñan dentro de esta estructura y responden a las órdenes del comisario Villarreal, despliegan al menos dos concretos e ilícitos canales de cobro: por un lado, obtenían dinero de los individuos que actúan como «trapitos» ; mientras que, por otra parte, recolectan parte de la recaudación de comerciantes y empresarios de la zona”, afirmó el fiscal Campagnoli según cita La Nación.
