Nicolás Barzola vive en Berazategui. Apenas cumplió 21 años. Hace tres meses comenzó a trabajar como lavacopas en un restaurante de la zona sur del conurbano. Está feliz, de novio. Lleva una vida tranquila. Nunca se mete en problemas. En cambio, su hermano Leandro, conocido como “Leo”, dos años mayor, suele tener inconvenientes con la policía y la Justicia. Está, casi siempre, fuera de ley. Ahora sobre su espalda pesa un pedido de captura por su presunta participación en el homicidio del presidente de la tradicional editorial Sigmar, Roberto Chwat, crimen ocurrido la semana pasada en Olivos, Vicente López. Son las dos caras de los Barzola.
“Cuando lo detienen siempre dice que se llama Nicolás Gonzalo Barzola. Pero así me llamo yo, que no tengo antecedentes”, repite una y otra vez el hermano menor.
Según publica La Nación, los hermanos Barzola hace por lo menos tres años que no tienen relación. “Leo” se fue de Berazategui y se instaló en Mariano Acosta, en Merlo, donde una mujer lo acogió como si fuera un hijo.
Lo que hace el sospechoso de haber participado en el homicidio de Chwat es algo habitual en el mundo del hampa. Muchos delincuentes, principalmente los que tienen pedido de captura, cuando se identifican ante la policía entregan una identidad falsa.
Todo queda subsanado cuando en el Registro Nacional de Reincidencias informa los antecedentes después de la identificación por huellas dactilares. Los delincuentes que ingresaron en el chalet de Lisandro de la Torre 1640, en Olivos, y mataron a Chwat, quedaron registrados por las modernas cámaras de seguridad que había instalado la víctimas. Los sospechosos son, para los investigadores, Sasha Martínez, de 22 años, y “Leo” Barzola.
En un primer momento, los detectives judiciales, pensaron que los nombres de “Leo” eran Nicolás Gonzalo, como se identificaba cuando lo detenían, pero la confusión duró poco.
Martínez Castro está preso. Barzola y otro sospechoso, identificado por fuentes judiciales como Héctor García, de 30 años, tienen pedido de captura.
García fue, para los detectives judiciales y policiales, el delincuente que conducía el automóvil Toyota Corolla blanco, a donde se subieron Barzola y Martínez Castro después de asesinar a Chwat.
La investigación está a cargo del fiscal Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, y Patricio Ferrari, del Área Ejecutiva de Investigaciones Criminales de San Isidro.
Lo último que se supo de Barzola es que subió a un auto y se fue de Mariano Acosta. Pocas horas después, en su perfil de Facebook, escribió “Buen día mi vida te super amo x siempreee reyna [sic]”. Su novia le respondió: “Te amo con todo mi corazón”.