Piden por la aparición de una alumna secuestrada en el Bajo Flores

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telam 06/10/2016 Buenos Aires: Familiares y amigos de Layla Nayeli Sainz Fernández (14), adolescente desaparecida el 04/10, realizan una movilización y corte de calle para exigir la aparición de la joven. Ya habia sido secuestrada el año pasado con fines de trata y el mes pasado, reconoció y denunció a uno de sus captores. Foto: Florencia Downes/telam/ab

Familiares, docentes y compañeros de Layla Sainz Fernández, de 14 años que desapareció el martes último luego de salir de su casa en la Villa 1-11-14, a un año de su primer secuestro, se manifestaron esta tarde frente al Normal 4 de Caballito, donde la adolescente cursa segundo año, para exigir su aparición y el “desmantelamiento de las redes de trata”.

“Estamos pidiendo a todos que difundan la foto con el rostro de mi hija, la única forma de detener esto es entender que no es un hecho aislado y luchar juntos. Cada semana hay una niña que desaparece y todo queda en la nada, ¿dónde fue?, no hay respuesta”, dijo a los medios Sergio Sainz, Padre de Layla.

La comunidad educativa del Normal 4 cortó el tránsito en avenida Rivadavia al 4900, frente al colegio, donde sus compañeros cantaban: “Queremos que aparezca sana y salva, que Layla no sea otra desaparecida”.

“Ya dimos parte a la fiscalía, mi hija corre peligro porque su causa anterior todavía se investiga. Estamos esperando los informes de las cámaras de seguridad de los lugares por los que ella transita, recorrimos cinco puntos que ella recorre en los que hay cámaras, y ya hicimos el pedido por escrito a la Protex (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas)“, informó el padre.

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Por el primer secuestro, el 22 de octubre de 2015, Layla había declarado por cámara Gesell hace un mes y tenía que volver a declarar en los próximos días pero no contaba con custodia ni protección, dijo a Télam su madre, Neyva Fernández.

“Cuando la encontramos el año pasado, ella no estaba bien. Hizo un tratamiento de nueve meses, ahora se la veía bien, recuperando su vida. Lo último que sabemos es que la vieron cerca de la escuela, tenía pantalón azul de jean, campera de tres colores -anaranjado, crema y verde-, zapatillas negras y mochila gris, mide 1,55 metros, tiene cabello largo y tez trigueña”, describió la madre.

La marcha fue convocada por los centros de estudiantes del Terciario y el Liceo del Normal 4, y organizada por Ademys, gremio que forma parte de la Red de Docentes y Familiares del Bajo Flores conformada a principios de año, a partir de la sucesión de casos de adolescentes desaparecidas en el barrio, presuntamente víctimas de una red de trata que capta y extorsiona a sus víctimas a través de las redes sociales.

“Nos concentramos en la puerta de la escuela exigiendo la aparición de Layla, que ya había desaparecido el año pasado y fue gracias a una gran movida de la familia y toda comunidad que apareció diez días después”, dijo a Télam María Isabel Grau, secretaria de prensa de Ademys.

Grau afirmó que hay gran preocupación en toda la comunidad educativa pues si bien no tienen “ninguna certeza, hay indicios de que no se trata de una desaparición más”, y la Justicia “debería actuar rápidamente” porque estye nuevo hecho parece buscar el “amedrentamiento” de la adolescente.

“Justo había ido a declarar, y en este contexto no parece una casualidad que vuelva a desaparecer, sobre todo cuando estamos denunciando que hay indicios de que hay una red de trata que opera en la zona de Bajo Flores”, dijo.

La dirigente afirmó además que la adolescente “hace poco reconoció a uno de sus captores en el barrio y había pedido protección como testigo, pero no la recibió”.

Cuando Layla desapareció hace casi un año, tras varios allanamientos la policía la encontró en una plaza en Flores, siguiendo el rastro de una llamada que la chica hizo a su madre anunciándole que volvería al día siguiente.

“Después de eso ella venía bien, reintegrándose a su actividad escolar a pesar de todo lo difícil que había vivido. El episodio se trabajó mucho en la escuela, que acompañó a todos los chicos para que puedan ir procesando y tengan más información, porque no son pocos los casos en el Normal 4, dado que está en una zona donde operan estas redes” de trata, dijo.

Grau exhortó a la población a participar de las movilizaciones y a los medios de comunicación a dar cobertura al caso, porque esperan que “la visibilización de su desaparición dificulte el movimiento de Layla y que la liberen rápidamente, que es lo que ocurre cuando hay un alto grado de exposición”.

“En el Bajo Flores y en los alrededores han ido desapareciendo niñas. Estamos cansados de vivir en una villa que no aparece en el mapa, queremos que se urbanice, cómo podemos exigir a las autoridades que estén ahí si ni siquiera estamos en el mapa. Somos 14,000 familias, gente de bien, trabajadores, no queremos que se nos estigmatice”, planteó el padre de Layla.