El Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad comenzó a reemplazar a los policías que hacen tareas administrativas en las comisarías con civiles entrenados para esos fines.
De esta forma, se avanza en el proyecto del Gobierno de la Ciudad de sacar más policías a las calles para brindar una mejor seguridad a los ciudadanos.
“En el Gobierno de la Ciudad creemos que la seguridad es una prioridad y el sacar a los policías de las oficinas para que vayan a las calles es una manera de entender nuestra búsqueda de prevención del delito y mayor seguridad para los vecinos”, expresó Martín Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad porteño. A su vez destacó la importancia de que haya más efectivos en las calles, “no queremos policías haciendo tareas que puede hacer un administrativo. Un policía detrás de un escritorio se distrae de su tarea esencial, que es la seguridad”.
La primera promoción fue de 120 agentes civiles que participaron de un exhaustivo concurso previo y aprobaron el curso preparatorio que se dictó en el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad. “ A partir de esta semana ya tenemos 120 civiles trabajando en las Comisarías y trabajamos para que a fin de año sean muchos más. Cada civil que comienza a trabajar en una Comisaría equivale a más policías en las calles”, agregó el ministro.
“Este cambio es muy importante ya que forma parte del proceso de transformación de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires”, afirmó Ocampo. Por su parte, el Secretario de Seguridad, Marcelo D´Alessandro, sostuvo que “nuestro deseo es jerarquizar la función policial, capacitando a los agentes, formándolos para que cumplan la función primordial de darle seguridad a los vecinos en las calles“.
Estos hombres y mujeres atenderán al público y se encargarán de satisfacer los requerimientos de la gente que concurre a dichas dependencias. “Tomarán las denuncias y asesorarán a los vecinos con los diferentes trámites que tengan que realizar”, finalizó D´Allessandro.
El titular de la cartera de Justicia y Seguridad, subrayó que “es fundamental priorizar la tarea policial de los efectivos. El Estado invierte muchos recursos en la formación y capacitación de un policía para hacerlo un profesional de la seguridad, y dichos recursos no son aprovechados en su totalidad, si no están puestos a disposición de los vecinos para cuidarlos y protegerlos”, concluyó.