El comerciante que ayer mató a uno de los delincuentes que entraron a robar a su casa del partido bonaerense de Lanús y maniataron y golpearon a su padre y al hombre que cuidaba de éste, disparó cuatro balazos con un arma prestada, dos de los cuales impactaron en la espalda del ladrón que finalmente falleció, informaron fuentes judiciales.

Así se desprende de los primeras diligencias realizadas por los investigadores del caso que actúan bajo las directivas del fiscal Gabriel Lo Schiavo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial Lomas de Zamora.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el fiscal tiene previsto indagar en las próximas horas al comerciante, Julián Cortella (42), por el momento sólo por la “portación ilegal” de la pistola calibre 9 milímetros que utilizó en el hecho y que pertenecía a un amigo suyo que se la había prestado tiempo atrás.

muertolanus2

De acuerdo a los pesquisas, Cortella -quien esta tarde continuaba demorado- no tenía permiso para tener y portar armar, al tiempo que todo indica que actuó en su legítima defensa aunque no descartan aún un exceso en la misma.

“Hay que esperar los resultados de distintos peritajes, entre ellos, la autopsia al cuerpo del sospechoso fallecido, cuya identidad todavía no fue confirmada”, explicó a Télam una fuente con acceso al expediente.

En ese sentido, el mismo informante precisó que en una primera revisión del cuerpo, los médicos advirtieron dos heridas de bala con orificio de entrada en la espalda del muerto.

Mientras que los peritajes en el lugar del hecho arrojaron que el tirador efectuó cuatro disparos hacia los delincuentes que estaban dentro de su casa, añadió la fuente.

Según los informantes, el hecho ocurrió ayer alrededor de las 17, en un chalet de dos plantas situado en la esquina de la avenida Hipólito Yrigoyen y Pedro Uriarte, en la localidad de Remedios de Escalada, de Lanús, propiedad del padre del comerciante, identificado como Carlos Cortella (77).

En momentos en que el jubilado acababa de realizar tareas de jardinería en el frente de la vivienda y se encontraba junto a su cuidador terapéutico de nacionalidad peruana, un grupo de entre tres y seis delincuentes irrumpieron en el interior del inmueble con fines de robo.

De acuerdo al testimonio del cuidador, René Reynaldo Alarcón Vilca (30), algunos de los asaltantes tenían armas de fuego y otros armas blancas y primero maniataron al jubilado y lo llevaron a la planta alta.

Luego, los delincuentes golpearon y maniataron a Vilca y lo encerraron en el garaje, tras lo cual, comenzaron a apoderarse de elementos de valor.

Las fuentes señalaron que en esas circunstancias arribó a la casa Cortella hijo, acompañado de su novia, y al ver que dos delincuentes aún estaban dentro de la vivienda fue hasta su habitación y tomó la pistola que le había prestado su amigo.

Al parecer, los delincuentes le gatillaron al comerciante primero pero los tiros no salieron, por lo que Cortella disparó su pistola para que abandonaran el lugar. Tras los tiros, los asaltantes huyeron a la carrera, pero uno de ellos cayó muerto a unos 50 metros, sobre la avenida Yrigoyen.

Por su parte, Vilca reconoció al fallecido como uno de los delincuentes que lo había golpeado durante el asalto y agregó que él, dado que estuvo en el Ejército de Perú, identificó sonidos de disparos correspondientes a más de un arma, por lo que no se descarta que se haya producido un fuego cruzado entre el comerciante y los ladrones.

Sin embargo, en el lugar del tiroteo, los peritos de la Policía Científica no hallaron por el momento rastros de ninguna otra arma y sólo secuestraron la pistola utilizada por Cortella hijo.

En cuanto al resto de los delincuentes, los pesquisas creen que se dividieron en dos grupos y que parte de la banda se ocultó en una casa vecina y se cambió de ropa para despistar a la Policía y poder escapar.

Además, los pesquisas procuraban determinar cómo ingresaron a la vivienda que posee dos entradas principales, una por cada calle y ninguna de las dos presentaban signos de violencia.

Una de las hipótesis apunta a que Cortella padre pudo haber dejado sin llave la puerta que da a Yrigoyen luego de realizar sus tareas de jardinería.