El Hospital Penitenciario Central (HPC), que funciona dentro de la cárcel de Ezeiza, recibió este jueves al detenido ex secretario de Obras Públicas, José López, según lo dispuesto por el juez federal Daniel Rafecas, a cargo del expediente que investiga al ex funcionario por presunto enriquecimiento ilícito.
Allí, sus compañeros de pabellón serán, entre otros, el abogado Jorge Chueco; el tirador de Belgrano, Martín Ríos; y el líder de la banda Callejeros, Patricio Santos Fontanet.
En el mismo penal, también se encuentran detenidos el empresario santacruceño Lázaro Báez y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, procesado y bajo prisión preventiva por irregularidades en la compra de material ferroviario a España y Portugal.
En este sentido, fuentes de la investigación consignaron a Télam que el traslado de José López a la cárcel de Ezeiza fue dispuesto porque el detenido “ha mostrado actitudes que podrían afectar su integridad física”, más allá de que la detención hasta hoy solamente se debía a la portación de un arma con su permiso vencido.
“Hasta ayer, López no iba a ir a Ezeiza”, señalaron los informantes, quienes recordaron que el ex funcionario, detenido el martes a la madrugada cuando intentaba ocultar en el predio de un monasterio en la localidad bonaerense de General Rodríguez, había permanecido hasta esta mañana detenido en la DDI de Moreno.
En este marco, los informantes estimaron que, también pudo haber tenido influencia en la decisión adoptada hoy por el juez federal Daniel Rafecas, la actitud que exhibió López esta mañana en los Tribunales de Comodoro Py, donde intentó golpearse la cabeza cuando pretendían trasladarlo desde la Alcaidía hasta el despacho del magistrado, y la versión sobre supuestos “delirios místicos” y “alucinaciones” alegados por su defensa.
El hospital penitenciario de Ezeiza tiene un programa de adicciones, así como también el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (Prisma), especial para casos psiquiátricos, en el que hay 60 pacientes que cumplen allí su condena.
Justamente, en ese lugar, en el área de Prisma, se encuentra detenido Jorge Chueco, el que fuera abogado del empresario Lázaro Báez, también detenido en Ezeiza, pero en un pabellón que comparte con presos de más de cincuenta años y de baja peligrosidad, y no en el HPC, pese a que su defensa intentó que su estadía en el penal sea en el HPC.
En el HPC actualmente está alojado Martín Ríos, el denominado “Tirador Serial de Belgrano” quien fue juzgado por el asesinato de Alfredo Marcenac y varias tentativas de homicidio, cometidas en cuatro ataques entre 2005 y 2006.
Además, también está alojado el cantante de Callejeros, Patricio Santos Fontanet, condenado por la tragedia de Cromañón, así como otro de los integrantes del grupo, el bajista Christian Torrejón.
Otro de los pacientes del HPC son Lucas Azcona, quien está detenido por el crimen de la estudiante universitaria chilena Nicole Sessarego Borquez (21), quien fue hallada asesinada a las 7 del 15 de julio del 2014 en el hall principal del edificio de Don Bosco 4109, de Almagro.
El HPC, que fue el que reemplazó a la vieja Unidad 20 del Hospital Borda, luego de haberse incendiado hace algunos años, es considerado el mejor hospital federal y nacional dentro del Servicio Penitenciario.
Allí, los detenidos también están en celdas, sólo que éstas son más grandes que las que habitualmente existen en el penal, ya que tienen baño con ducha, y cama como la de los hospitales, conectadas con sueros, oxígeno y otro tipo de aparatos de monitoreo que permiten el seguimiento de los pacientes durante las 24 horas.
Mientras que Chueco está internado en el HPC desde el primer día de su detención por su diagnóstico de depresión e intento de suicidio, aún no se sabe si López permanecerá en ese lugar del penal de Ezeiza mucho tiempo.
Según el protocolo, López será sometido a un exhaustivo chequeo médico para establecer su estado de salud y también si requiere algún tipo de medicación o, en el caso de que se establezca adicción a las drogas, algún tipo de programa especial para situaciones de abstinencia.
Según señalaron fuentes de la investigación, los chequeos demandarán 96 horas, como suele ocurrir en casos en los que los detenidos ya ingresan con antecedentes médicos o psiquátricos.
La defensa de Lázaro Báez ya había intentado que su defendido pasé allí sus días aludiendo a problemas de diabetes y alta presión arterial, pero los médicos que lo evaluaron determinaron que con su medicación era suficiente y que no necesitaba ningún otro cuidado adicional.