El futbolista golpeado murió por una dolencia cardíaca

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Micael Favre no murió de un rodillazo en la cabeza, según el informe preliminar de la autopsia realizada en la morgue policial de Oro Verde, cerca de Paraná, en Entre Ríos, que determina que el jugador del Club San Jorge de Villa Elisa falleció el último domingo a causa de una dolencia cardíaca que no era nueva.

Favre falleció durante un partido que disputaba su club con Defensores de Colón. En una jugada, corre tras el balón a la par que un jugador el equipo contrario, Gerónimo Quintana, y en el fragor del momento, recibe un rodillazo en la cabeza. El joven de 24 años le reclama al contrario por este hecho, cuando llega otro jugador de Defensores, Fabio Larrosa, y le da un cachetazo.

Favre cae suelo, intenta levantarse, no puede, se desvanece sobre el pasto y comienza a convulsionar. Lo llevan de inmediato al hospital local, pero llega muerto.

“En ningún momento se le detectaron signos vitales al paciente cuando ingresó al hospital. Intentamos reanimarlo pero no pudimos”, declaró posteriormente la doctora Isabel Garay, médica del hospital de Villa Elisa.

Larrosa y Quintana fueron demorados por orden del fiscal a cargo de la causa, Sebastián Blanc. Pero no se les hizo imputación alguna y, hasta ahora tampoco se les había tomado declaración en sede judicial.

Ahora, la situación de ambos e distiende con el resultado autópsico. Y se complica la causa por otro lado: ¿los controles médicos no habían detectado la dolencia cardíaca de Favre?