Ángel Adrián Maidana (29), alias “El Tuerto”, detenido anoche como sospechoso de haber participado del crimen del suboficial de la Prefectura Naval Argentina (PNA), Rosario Toledo, en General Pacheco, se negó esta tarde a declarar ante la Justicia y seguirá detenido, informaron fuentes judiciales.
Maidana fue apresado anoche tras un allanamiento realizado en la casa de su madre en José C. Paz, en la calle Crucero La Argentina al 2000, y esta mañana será llevado ante los fiscales que investigan el crimen del prefecto Toledo (60).
Según los investigadores, Maidana fue apresado cuando intentaba escapar al ver la llegada de los policías, y al momento de la detención se le secuestró un revólver calibre 32.
La sospecha de los investigadores es que el detenido era quien manejaba la moto al momento del homicidio de Toledo y que el otro sospechoso y autor de los disparos es su hermano, de nombre Jonathan Matías, que aún permanece prófugo.
Para lograr la captura de este sospechoso se realizaron tres allanamientos, con resultados negativos, en distintas viviendas de José C.Paz, todos ellos encabezados por el equipo especial de fiscales de Tigre creado para la causa y que está integrado por Diego Callegari, Cosme Iribarren, Marcelo Lloret y Jorge Strauss.
El crimen de Toledo ocurrió cerca de las 20 del martes frente a una casa situada en calle 2 al 100, de General Pacheco, en el norte del conurbano, donde vive Érica, la hija del prefecto.
La víctima llevaba, como todos los días junto a su esposa, a su nieta de dos años al domicilio de su hija en su camioneta Ford EcoSport cuando observó a dos delincuentes que se movilizaban en una moto que detuvieron su marcha delante de ellos y los amenazaron con fines de robo.
En medio del asalto, y al ver que uno de los asaltantes apuntaba su arma contra su hija, el prefecto intentó evitar el hecho y extrajo su arma reglamentaria, pero el delincuente le disparó dos balazos en la cara y lo mató.
Los asaltantes huyeron en la moto sin concretar el robo, mientras el prefecto fue auxiliado por todos sus familiares que presenciaron el hecho, pero no lograron reanimarlo.
Los policías que llegaron a la escena del crimen secuestraron la pistola 9 milímetros del prefecto asesinado -la que hasta que llegaron fue preservada por un vecino- y se entrevistaron con testigos que aportaron datos sobre las características fisonómicas de los delincuentes.
En base a estos datos y otras diligencias, los pesquisas identificaron a dos sospechosos que en octubre de 2011 habían sido detenidos tras un asalto a una carnicería de Don Torcuato y una extensa persecución que quedó filmada por las cámaras de seguridad del municipio de Tigre.