El fiscal que interviene en el juicio en el que se investigan irregularidades Cromañón, donde el 30 de diciembre de 2004 se produjo la tragedia en la que murieron 194 personas, solicitó que se realice una inspección ocular en el lugar donde funcionó el boliche.
El requerimiento fue realizado por el fiscal Fabián Céliz ante el Tribunal Oral en lo Criminal Tres (TOC 3), a cargo del juicio que tiene como único imputado al ex funcionario porteño Roberto Calderini, quien en 1997 firmó la documentación que permitió el funcionamiento del local ubicado en Mitre al 3.000 de esta capital.
En abril de 1997, Calderini, a quien se le imputan los delitos de “falsedad ideológica de instrumento público, cohecho y estrago seguido de muerte”, había rechazado habilitar el local, pero cuatro meses después autorizó el funcionamiento.
Céliz quiere que el TOC 3, integrado por Miguel Angel Caminos, Gustavo Rofrano y Gustavo Valle, y las partes, entre ellas la querella encabezada por el abogado José Iglesias, padre de una de las víctimas de Cromañón, se trasladen al inmueble, porque le generan dudas algunas cuestiones edilicias de los planos del lugar.
Calderini llegó al juicio procesado por “estrago doloso (intencional) seguido de muerte”, pero Céliz no podrá mantener esta calificación, porque en el juicio principal por el incendio de la discoteca se determinó que se trató de un delito “culposo”, que tiene prevista una pena inferior.
La eventual inspección ocular se realizaría tras la recepción de todas las declaraciones testimoniales, el paso previo a los alegatos de la partes, ya que en el debate se está por concluir con la etapa de producción de las pruebas.