La familia Miranda decidió disfrutar del fin de semana organizando un asado en su casa del barrio Pujol 2, en Puerto Madryn, pero la reunión terminó en una pelea a puñaladas que dejó heridos.
Gerardo Miranda estaba sentado en la mesa junto a sus hermanas, Sandra y Rocío. Gerardo tenía bastante hambre y le pidió a Alejandro, marido de Sandra, si le podía “gestionar” con rapidez “una patita de pollo”.
El asador no se dejó apurar, le solicitó tiempo a Gerardo y le dijo que se la llevaría al momento de estar lista. Tras ello, se fue a hablar con un vecino.
En ese momento, por algun rencor de vieja data, Rocío lo retó a su hermano Gerardo: “en lugar de comprarse un vino hubiera comprado algo para comer”, publicó Diario Jornada.
El hombre, herido por el reproche, reaccionó violentamente y le pegó con un palo en la cabeza. La mujer no se quedó atrás y le revoleó una mesa portátil en la cara.
El esposo de Rocío trataba de calmar en vano la situación cuando el parrillero regresó y se enteró de lo que había ocurrido. Inmediatamente, fue a hablar con Gerardo, quien aún “caliente” agarró un cuchillo y lo apuñaló. Su esposa Rocío intentó interceder, pero también terminó apuñalada.