Tres policías del El Dorado quedaron detenidos ayer a la madrugada, tras constatarse que un menor de 16 años sufrió una severa herida de arma de fuego durante un procedimiento policial desplegado en el barrio San Cayetano. Según consignaron fuentes consultadas, todo comenzó cerca de las 3.20 de ayer, cuando un hecho de desorden en el mencionado barrio ubicado en el kilómetro 4 de Eldorado fue denunciado a través de la línea de emergencia 911.
De manera inmediata, una comitiva policial se dirigió al lugar indicado y allí se encontraron con un numeroso grupo de personas “promoviendo desorden en la calle”, tal como describió la fuerza provincial en un comunicado difundido ayer.
Ya en el barrio, los uniformados habrían sido repelidos a piedrazos y palazos por los sujetos presentes, tras lo cual uno de los suboficiales intervinientes sufrió una lesión en el rostro que le hizo perder el conocimiento y luego debió ser intervenido médicamente. Por su parte, el patrullero utilizado también sufrió daños en distintas partes.
En esa instancia, con la presunta intención de recomponer el orden en la zona, los efectivos efectuaron algunos disparos intimidatorios y procedieron a detener a un joven de 23 años que fue trasladado y alojado en una celda de la Comisaría Segunda de Eldorado, donde se le instruye una causa por “lesiones y resistencia a la autoridad”.
“En la zona había una fiesta familiar y el problema se habría generado ahí mismo. Uno de ellos fue el que llamó, pero cuando los policías llegaron empezaron a arrojar piedras y a querer evitar la detención de uno de ellos”, precisó una fuente consultada por El Territorio.
Sin embargo, lo peor de todo se registró pocos minutos después de la llegada del patrullero a la dependencia policial. Es que casi al instante, la Policía recibió otro llamado proveniente desde el mismo barrio, donde una persona alertaba sobre la presencia de un menor herido de arma de fuego en la vía pública.
Ante esta situación, varios patrulleros concurrieron nuevamente al lugar y efectivamente se toparon con un adolescente tendido en la calle y gravemente herido.
La víctima fue trasladada de urgencia hacia el Hospital Samic local, cuyos médicos confirmaron la lesión compatible con un disparo y quedó internado en delicado estado de salud. Según fuentes consultadas, el joven recibió las curaciones correspondientes y estaba previsto que ayer sea sometido a una intervención quirúrgica para extraer el proyectil, aunque no corría riesgo de muerte.
La situación fue informada al Juzgado de Instrucción Dos de esta ciudad, cuyo titular ordenó una batería de medidas preventivas, entre ellas la detención de los tres uniformados que participaron del primer procedimiento.
Sus identidades fueron preservadas momentáneamente, aunque sí se supo que son tres efectivos con los cargos de oficial, suboficial y agente, todos ellos con prestación de servicios en la Seccional Segunda.
El juzgado además ordenó el secuestro de sus armas reglamentarias y todos ellos fueron examinados por el médico de turno. También fueron sometidos a exámenes de alcoholemia -los tres dieron negativo- y al test de parafina, destinado a encontrar rastros de pólvora en sus manos para determinar así quién de ellos abrió fuego contra la patota.
