Gils Carbó: “Mi deber es no renunciar ante un cambio de gobierno”

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En una entrevista realizada en su despacho de la Procuraduría, Gils Carbó defendió la decisión de la presidente Cristina Kirchner de proponer dos reemplazantes para integrar la Corte Suprema y respaldó la investigación de la fiscal Viviana Fein en el caso de la muerte de Alberto Nisman.

Además, confesó que el fallido juicio político al fiscal José María Campagnoli le produjo “incomodidad” y señaló que los fiscales que promovieron su desplazamiento no habían sido designados en su gestión sino durante la del ex procurador Esteban Righi.

—Han sido varios los dirigentes de Cambiemos que han prometido que la apartarán de su cargo o le solicitarán que dé un paso al costado si llegan al gobierno. ¿Pasó por su cabeza la idea de renunciar si Mauricio Macri resulta electo presidente?

—El Ministerio Público Fiscal no forma parte del Poder Ejecutivo, es decir que un presidente o, en este caso, un candidato a presidente no tiene atribuciones para disponer del cargo del procurador general de la Nación. Tanto la Constitución como la Ley Orgánica del Ministerio establecen que es el Senado la autoridad que puede evaluar la sustitución de un procurador, y lo hace con las mismas mayorías previstas para la destitución de un juez de la Corte. Es decir que pedirle a un procurador que renuncie ante un cambio de gobierno es un acto equivalente a pedirle a un juez de la Corte que renuncie. Es algo que realmente sorprende, porque estas voces que mencionan que la procuradora tiene que dejar el cargo ante un cambio de gobierno, muchas veces las escuchamos levantar la bandera de la defensa de la institucionalidad o de la independencia del Poder Judicial. La Constitución debe ser respetada por todos los funcionarios públicos o quienes aspiran a serlo. Hubo épocas de la historia en que la Constitución quedó derogada de hecho, y son épocas a las que los argentinos no queremos volver, por eso es mi deber no renunciar ante un cambio de gobierno porque estaría desandando el camino de una reforma constitucional, como fue la de 1994.

—Desde la oposición critican que en su gestión hayan ingresado fiscales ligados al kirchnerismo, y suelen advertir falta de independencia o de transparencia en estos procesos. ¿Cuál es su mirada al respecto?

—Los fiscales son designados por concursos que son públicos. Cuando asumí justamente modifiqué el régimen de concursos otorgándoles mayor transparencia: ahora los exámenes son escritos y orales, con expedientes que se sortean una hora antes del examen. Hay un tribunal formado por fiscales de distintas jurisdicciones, con lo cual los requisitos de transparencia son del más alto estándar. (Aclaración: el reportaje fue realizado con anterioridad al fallo de la Corte Suprema declarando inconstitucional la Ley de Subrogancias).

—¿Piensa que Ernesto Sanz, a quien Macri ya señaló como futuro ministro de Justicia de su gabinete, pudiese estar interesado en influir en el funcionanamiento del Ministerio Público Fiscal?

—No, en absoluto. El senador Sanz aprobó mi pliego cuando fui designada procuradora y no lo hizo porque fuera un improvisado, sino que valoró mi trayectoria profesional de 20 años en el Ministerio Público Fiscal, y valoró mis garantías e independencia, yo habia impugnado la fusión Fibertel Cablevisión en el momento en el que estaba siendo aprobada por el gobierno de Néstor Kirchner. Denuncié a Felisa Miceli que entonces era ministra de Economía por su actuación como presidenta del Banco Nación en el caso Sociedad Comercial del Plata. Yo soy la misma persona que era entonces y confío en que si fuera elegido Mauricio Macri, y si Ernesto Sanz fuera ministro de Justicia, vamos a trabajar en conjunto. Así además es nuestro mandato constitucional, que es coordinar nuestra actuación con las autoridades de la república. Estamos abiertos al diálogo y a trabajar en consenso, como lo venimos haciendo con los gobernadores de las provincias de todo signo político, porque hay que tener un frente común de los poderes del Estado en la lucha contra el crimen organizado.

—La Corte Suprema de Justicia acaba de crear una comisión judicial destinada a la lucha contra el avance del narcotráfico en el país. ¿Comparte el diagnóstico de la gravedad del problema narco en Argentina?

—Hace tres años que empezamos a trabajar el tema mediante una Procuraduría especializada (N.de.R.: la PROCUNAR, creada en el 2013). Es importante que los fiscales se especialicen para luchar contra organizaciones de narcotráfico que muchas veces tienen dentro de sus cuadros a funcionarios y efectivos policiales. Es importante que los fiscales sepan que tienen equipos y que no están solos.

—¿La PROCUNAR va a trabajar en conjunto con la Corte?

—Seguramente. Los fiscales vienen trabajando a la par de los jueces. Se trabaja fuertemente también en la articulación de los fiscales federales y provinciales en la lucha contra estas organizaciones del narcotráfico.

—¿Por qué es tan cuestionado el proceso de implementación de Código Procesal Penal?

—Tengo que decir que esto pasa en todos los países y los cambios cuestan. Pero faltaba aplicarlo en la Argentina, porque hasta Uruguay aplicó el acusatorio. Los países de Iberoamérica lo tienen. La gran mayoría de las provincias argentinas están por delante del sistema federal porque tienen códigos acusatorios, con lo cual no hay motivos para que la Argentina quede fuera del tren de la historia.

—¿Por qué no se arrancó a implementar el Código por el fuero federal?

—No fue una decisión nuestra, sino que fue una decisión política y nosotros nos adaptamos a las decisiones que tome el Congreso.

—¿Le parece acertado empezar por la Ciudad?

—Me parece conveniente arrancar. El hecho de que el Ministerio Público Fiscal no tenga todas las investigaciones es una traba para la cooperación con los países limítrofes. Los fiscales tienen las herramientas, los mecanismos y las estructuras que venimos creando hace tres años para prepararnos y poder lanzar un nuevo sistema acusatorio procesal en el mes de marzo como dice la ley.

—¿Considera correcto que Cristina Kirchner intente renovar la Corte a semanas dejar el poder?

—Me parece correcto, porque se sigue un proceso reglado y público, que es el mismo que se siguió para mi designación.

—Se la mencionó como posible candidata a la Corte Suprema. ¿Recibió alguna propuesta?

—No recibí propuestas y creo que no aceptaría, a mí me gusta ser fiscal.

—¿Cómo quedó su vínculo con el fiscal José María Campagnoli luego de la revocación de su desplazamiento?

—El mismo vínculo que tengo con el resto de los fiscales. En su momento hubo un cuestionamiento a su actuación y esto dio lugar a muchas conjeturas o planteo de escenarios que me hicieron sentir incómoda porque en realidad nunca me entrometí en la labor del fiscal Campagnoli, fue un tribunal y una cámara los que lo declararon incompetente en la causa de Lázaro Báez porque había una causa federal. Luego hubo denuncias que motivaron que un consejo de fiscales, que no estaban designados en su mayoría por mí, sino por el Dr. (Esteban) Righi, evaluaran que se había cometido una falta lo suficientemente grave como para ser analizada por un tribunal de enjuiciamiento y por mayoría se lo decidió suspender. Luego Campagnoli objetó esto a través de amparos y planteos judiciales, donde intervinieron más de diez jueces y fiscales convalidando el procedimiento. Hubiese preferido que sucediera lo regular, y esto es que el tribunal hubiera podido dictar un pronunciamiento, pero esto no fue así por razones ajenas a mí.

—¿Cuál piensa que es el futuro de Justicia Legítima ante un eventual gobierno de Macri?

—Se han dicho tantas cosas de Justicia Legítima… Surgió como un grupo de funcionarios, magistrados y trabajadores que se unieron en un momento en que estaba en tela de juicio el poder de las corporaciones económicas para disciplinar a ciertos sectores del Poder Judicial. Hubo voces que se alzaron y destacaron la necesidad no sólo de la independencia de poderes políticos, sino también del poder económico. Justicia Legítima fue uno de los sectores que han pregonado por un sistema acusatorio para mejorar la eficiencia del sistema penal. Siempre va a ser un actor de la Justicia.

—¿Por qué todavía no se sabe nada acerca de la muerte del fiscal Nisman? ¿Sigue considerando que Viviana Fein es la persona ideal para investigar el caso?

—La fiscal Fein es la fiscal competente y ha dado muestras de independencia y profesionalidad, y además se ha destacado por querer comunicar a la gente qué es lo que sucede en la causa. A veces con un desgaste, porque la exposición al público es difícil, pero ha priorizado poner en conocimiento a la gente de cuáles son los peritajes, los testimonios que pide, cómo va avanzando. No veo una demora considerable, cuando me doy cuenta de que lo que está tratando la fiscal es de no dejar cabos sueltos. Esta es una causa que tiene una gran importancia para la sociedad, también para el Ministerio Público Fiscal, y es necesario que se esclarezcan todas las circunstancias de la trágica muerte del fiscal Alberto Nisman.