El fiscal que investiga el crimen del sacerdote Luis Cortés, cometido el sábado pasado en la localidad cordobesa de Alta Gracia, pidió a los vecinos que pudieran tener datos que aportar sobre lo ocurrido se presenten ante la Justicia o la Policía.
Emilio Drazile, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de dicha localidad ubicada 36 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba, a través de la prensa solicitó la colaboración de aquellas personas que “hayan visto algo” el día del hecho, entre las 12 y las 17, ya que “sin pruebas no se puede hacer nada”.
“Estamos tomando declaraciones todavía, se manejan diferentes hipótesis respecto al autor del hecho”, indicó el fiscal Drazile.
Cortés (75), ex párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced, fue hallado muerto el sábado último en su vivienda situada en calle 3 de Febrero 12, de Alta Gracia, por un grupo de feligreses que fueron a buscarlo, preocupados porque no había concurrido a oficiar la misa vespertina como hacía habitualmente.
Al llegar al domicilio del párroco, los vecinos advirtieron que de la vivienda salía humo, por lo que llamaron inmediatamente a los bomberos.
El jefe del Cuartel de Bomberos local, Gabriel Salcedo, dijo que al ingresar a la casa encontraron el cuerpo de Cortés debajo de la mesa del living y aclaró que, si bien no había fuego en la casa, había humo, por lo que en primera instancia estimaron que la muerte podía deberse a la inhalación de monóxido de carbono durante un incendio en la casa.
Sin embargo, la autopsia finalmente confirmó que Cortés había muerto por ahorcamiento por estrangulación.
Por su parte, el fiscal Drazile explicó que, de acuerdo a los peritajes realizados por expertos de la División Homicidios de la policía de Córdoba, el o los atacantes “quemaron la casa para tapar el crimen” y que “no se trató de un incendio total”, aunque esto “hace más difícil la investigación”.