Etapa final en el juicio por el crimen de presunto sicario colombiano en Retiro

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Foto archivo

El juicio oral que se realiza por el crimen del presunto sicario y ex guerrillero colombiano Héctor Jairo Saldarriaga Perdomo, asesinado de siete balazos en el barrio porteño de Retiro en 2012, ingresará esta semana en su etapa final con el comienzo de los alegatos, informaron fuentes judiciales.

El único imputado es Jonathan Emmanuel Aristimuño (25), argentino, quien está acusado de “homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria” y en caso de ser condenado recibirá la pena de prisión perpetua.

El miércoles a las 10.30, en el sexto piso de los tribunales de Talcahuano 550, están previstos los alegatos de la fiscal Mónica Cuñarro y de la defensora oficial del acusado, Verónica Blanco, tras lo cual los jueces darán a conocer la fecha del veredicto.

Desde que comenzó el juicio el 1 de junio, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 porteño, integrado por los jueces Martí­n Vazquez Acuña, Luis Salas y Alberto Huarte Petite, escuchó a 15 testigos, pero el imputado se negó a declarar.

Por eso se incorporó al debate la declaración que realizó en la instrucción de la causa, cuando afirmó que tres colombianos lo habí­an contactado en un bar de la localidad bonaerense de Avellaneda para comprar una moto, pero que él no habí­a sido el asesino de Saldarriaga Perdomo (39), alias “Mojarra” o “Guajiro”.

Sin embargo, un policía que el día del crimen estaba cerca de donde le dispararon al ex miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y también fue atacado a tiros reconoció a Aristimuño en un video de un banco que captó ese momento.

Otra prueba que compromete al imputado y que es relevante para la fiscalía es que se encontró abandonada una moto en la escena del crimen y en ella se halló la factura de la concesionaria donde había sido comprada dos días antes.

Cuando los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal fueron al lugar, figuraba el teléfono del comprador, que resultó ser Aristimuño.

La principal hipótesis es que el crimen “está vinculado con un ajuste de cuentas entre bandas colombianas relacionadas con el narcotráfico y fue planeado por ciudadanos de ese país con vinculaciones en el interior de la Argentina y con laboratorios quí­micos en dónde se procesa y luego se transporta la droga”, dijo a Télam un investigador.

El hecho fue cometido el 17 de abril de 2012 a las 18.30 en Marcelo T. de Alvear y Talcahuano, cuando “Mojarro” recibió siete disparos por la espalda.

Durante su huida, el asesino disparó, además, tres veces contra el policía que estaba allí cerca, pero gracias a que el efectivo repelió el ataque, debió escapar a pie y dejó abandonada la moto.

La víctima tenía documentos a nombre de Carlos José Brausin Garcí­a, pero luego se determinó que era Saldarriaga Perdomo, quien según se estableció en la investigación tení­a contactos con uno de los narcos colombianos más famosos, Daniel “El Loco” Barrera Barrera.

“El Loco” fue detenido en Venezuela el 18 de septiembre del mismo año que mataron a “Mojarro”.

Saldarriaga Perdomo habrí­a ingresado a la Argentina en 2011 junto a su familia con una identidad falsa, luego de escapar de un atentado en Colombia por presuntamente haberse quedado con el dinero de una operación de 500 kilos de cocaí­na que tení­a como destino Estados Unidos.

Con el fin de radicarse en el paí­s, compró un campo en Concepción del Uruguay, Entre Rí­os, desde donde también habrí­a empezado a organizar enví­os de cocaína a Europa.

Cada tanto iba a Buenos Aires para reunirse con un abogado, ya que aparentemente quería blanquear su identidad, y en uno de esos viajes fue perseguido por sus enemigos y ejecutado.

Durante la investigación surgieron diferentes conexiones de la víctima con otros ciudadanos colombianos que están siendo investigados por la Justicia federal por comercialización de estupefacientes que tení­an como destino final Europa.

Por su parte, Aristimuño también está vinculado con una organización narco colombiana y tiene condenas por robo con armas y un homicidio en ocasión de robo en el partido de Avellaneda.