El párroco de la capilla Virgen de los Milagros de Caacupé, situada en la Villa 21-24 de Barracas, Lorenzo de Vedia, impartió hoy una misa en las puertas del Palacio de Tribunales en reclamo de justicia por un joven asesinado en un caso de presunto “gatillo fácil”.

De Vedia, un cura villero conocido como “Padre Toto”, ofició misa frente a una muchedumbre, en su mayoría vecinos del barrio pobre donde vivía Cristian Toledo, un joven muerto por un balazo disparado por un bombero de la Policía Federal.

Toledo murió el sábado 15 de julio víctima de un disparo proveniente del arma del Adrián Otero, quien declaró que repelió una agresión y supuesto intento de robo en el que participaban tres personas, entre ellos la víctima.

Los vecinos de la Villa 21-24 desmienten esa versión y atribuyen a Otero una intención homicida inmotivada en la conducta de Toledo, quien caminaba circunstancialmente por una calle periférica al asentamiento.

El policía Otero permanece detenido desde entonces. El expediente está a cargo del juzgado de instrucción número 11, que hoy está a cargo del juez Ricardo Farías; hasta ayer estuvo en manos de Osvaldo Rappa y la próxima semana será ocupado por el subrogante definitivo, Pablo Ormaechea.

El “padre Toto”, acompañado por el “padre Charlie”, oficiaron la misa en la que reclamaron el esclarecimiento del crimen y justicia para Toledo y su familia.

La celebración religiosa se desarrolló sobre las escalinatas de acceso al Palacio de Justicia, sobre la calle Lavalle, contiguo al ingreso de detenidos a la alcaidía de Tribunales.

Unos 200 vecinos de la Villa 21-24 acompañaron la liturgia católica.