Con nuevos testimonios abre la quinta semana del juicio por el crimen de Nora Dalmasso

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La quinta semana del juicio oral por el crimen de Nora Dalmasso, cometido en 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto y que tiene al viudo Marcelo Macarrón como único imputado, abre hoy con la recepción de pruebas testimoniales.

La décimo tercer audiencia de este debate, con jurados populares y a cargo del tribunal técnico de la Cámara 1 del Crimen riocuartense, comenzará a las 9.

Hasta el momento ya declararon 33 testigos, un poco más del 10% de lo previsto para todo el proceso de enjuiciamiento.

Desde hace dos semanas el tribunal decidió no anunciar la nómina de testigos a los efectos de evitar eventuales disuasiones y preservar la autenticidad de las testimoniales, resolución que contó con el acuerdo de las partes.

Por su parte, Macarrón está acusado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, que contempla condena de prisión perpetua.

Según el requerimiento fiscal de elevación a juicio, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón, en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales.

Y añadió que la intención fue de “obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrépito de la eventual muerte, planificó dar muerte a su esposa Nora Dalmasso”.

El crimen fue perpetrado entre las 20 del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, cuando el viudo se encontraba en la ciudad de Punta del Este participando de un torneo de golf.

En ese momento, al menos una persona ingresó en la casa de Nora en el barrio Villa Golf de Río Cuarto, donde se aprovechó “de la indefensión de la víctima, la abordó una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda” y la mató utilizando “el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación”.

Finalmente, y como parte del plan criminal, “ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona”, describe la pieza acusatoria.