Ofrecen $1.500.000 de recompensa para dar con el femicida del balcón

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Patricio Reynoso (32) cumplió ayer 60 días como prófugo de la Justicia. La Policía lo busca intensamente por haber arrojado desde el cuarto piso de un edificio del barrio porteño de Nuevo Pompeya a su novia, Pilar Riesco (21), en la tarde del domingo 15 de marzo de 2020.  

Sin pistas certeras de su paradero, el Gobierno Nacional ofreció en las últimas horas una recompensa de un millón y medio de pesos para quienes puedan aportar datos del acusado por femicidio.

La decisión fue publicada este miércoles 2 de junio en el Boletín Oficial. Los interesados deberán comunicarse telefónicamente con el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas, al número telefónico de acceso rápido 134.

Reynoso está acusado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”. El 5 de abril pasado la jueza Nacional en lo Criminal y Correccional Nº51, Graciela Angulo de Quinn, pidió su captura internacional y automáticamente Reynoso pasó formar parte de la lista de los argentinos más buscados por Interpol.

El sospechoso de femicidio fue declarado en rebeldía el 31 de marzo de 2021, cuando se ordenó su detención y no fue hallado en los distintos operativos que llevó a cabo la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, publica el diario Perfil.

Hasta esa fecha el joven, que trabajaba en la distribuidora de helados perteneciente a su familia, vivía en el mismo departamento de la calle Alagón al 300, donde Pilar fue asesinada a golpes y arrojada al vacío, de acuerdo a la investigación.

Según los investigadores, la pareja discutió la noche anterior a la muerte de Pilar y, cerca de las 3 de la tarde del domingo, cuando se despertaron, volvieron a pelearse.

Reynoso fue detenido ese mismo día, pero cuarenta días después salió en libertad por falta de mérito. En base a los distintos elementos de prueba que fueron incorporados a la causa en los meses siguientes, Angulo de Quinn volvió a pedir su detención, pero ya nadie pudo ubicarlo.

En su momento, el acusado declaró que su novia se quitó la vida, aunque esa versión nunca les cerró a los investigadores ni a la familia de la víctima.

En la indagatoria, le explicó a la jueza y al fiscal penal Martín López Perrando, cómo fue que supuestamente su novia terminó cayendo por el balcón del cuarto piso.

Según su versión, Pilar se sentó en la baranda, pasó una pierna, después la otra y se tiró. “Se quiso suicidar”, fueron las palabras que utilizó para explicar cómo terminó cayendo al vacío.

¿Por qué discutieron? El acusado reconoció que las peleas entre ellos eran frecuentes y recordó que en la última discusión ella lo increpó y le dijo que “no lo quería más”.

Sin embargo, las pericias no avalan esta teoría. En la baranda, por ejemplo, no detectaron huellas dactilares ni gotas de transpiración. Además, de acuerdo a los dichos del acusado, Pilar lo habría amenazado con un cuchillo, pero los especialistas tampoco detectaron rastros que sostengan esta afirmación.

Otro dato relevante es que Pilar no tenía antecedentes suicidas ni jamás manifestó intenciones de quitarse la vida. Estaba feliz: había retomado sus estudios de Recursos Humanos en la Universidad de la Marina Mercante y conseguido trabajo como empleada en un banco, gracias a la ayuda de uno de sus hermanos.