Dos operativos permitieron detectar dos desarmaderos de teléfonos celulares que funcionaban en los barrios porteños de Balvanera y Flores. Allí utilizaban las piezas de teléfonos robados para armar nuevos equipos o para venderlas como repuestos.
Al desmembrar los teléfonos lograban evitar el rastreo. Según las fuentes, se encontraron más de mil repuestos usados y cientos de móviles con el número de IMEI falsificado para que no se pudiera corroborar que eran aparatos robados.
El IMEI es el código de identificación que posee cada celular, son 15 dígitos que el fabricante graba en el equipo para evitar su adulteración.
Uno de los comercios, ubicado en Avenida Rivadavia al 2900, poseía el permiso para la venta de artículos de telefonía pero no para la reparación de celulares. Se encontraron más de 400 repuestos usados, muchos equipos desarmados de distintos modelos y marcas pero ninguno con su número de IMEI correspondiente. Al adulterar los números de IMEI desde Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) no pueden verificar si esos teléfonos son robados o no. El local fue clausurado por no contar con la habilitación correspondiente.
Otro de los lugares contaba con un cartel luminoso de Kiosco en el ingreso, pero no sólo vendía galletitas y golosinas sino que también tenía teléfonos móviles desarmados. La policía corroboró el estado de los celulares según su número de IMEI y detectó que cuatro de ellos habían sido denunciados por robo. El dueño del lugar, argentino y sin antecedentes, quedó detenido y el local clausurado.
En Avenida Rivadavia al 7000 se inspeccionó un comercio donde funcionaba un laboratorio con maquinaria para adulterar celulares. Contaba con planta baja y primer piso y en ambas locaciones se encontraron más de 300 piezas usadas. Cuando se realizó la prueba de IMEI con Enacom se detectaron 16 equipos con denuncia por robo o hurto por lo cual fueron secuestrados. El dueño del lugar quedó detenido.
El local ubicado en Yerbal al 2400 tenía fachada de maxi kiosco pero vendía accesorios para celulares, PC y ofrecía reparación de equipos. Tras la requisa se secuestraron 5 teléfonos móviles con denuncia por robo y muchos celulares desarmados con un total de 258 repuestos ilegales. El dueño también quedó a disposición de la Justicia.
En total se secuestraron 25 celulares robados, 177 aparatos sin documentación respaldatoria y 1073 repuestos usados. 4 locales fueron clausurados y 3 personas detenidas.
El operativo fue realizado por el Departamento Contravenciones y Faltas, División de Operaciones Especiales de la Policía de la Ciudad, AGC, Subsecretaría de Trabajo y DGCope (Dirección General de Coordinación Operativa). Intervino el Juzgado Federal N° 11 a cargo del Dr. Ercolini, secretaría 21 a cargo de la Dra. Lorez Arnaiz.
