El femicidio de Brenda Micaela Gordillo (24) despertó una enorme conmoción en la ciudad de Catamarca. Desde la década del 90, con el caso de María Soledad Morales, que no se realizaba una marcha de silencio con tanta convocatoria. La indignación tenía que ver con la brutalidad manifiesta de un joven femicida de 19 años que intentó ocultar el crimen quemando y descuartizando el cuerpo. A un año del asesinato, y con los tribunales fuertemente custodiados, el acusado recibió la pena de prisión perpetua.
Naim Vera Menem, hijo de un médico cirujano y una kinesiólogam llegó a juicio acusado por el delito de “homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por femicidio”.
En el inicio del debate, que estuvo a cargo del Tribunal de la Cámara Penal Nº 1 de Catamarca, el acusado le pidió disculpas a la familia de Brenda. Lo mismo hizo ayer al pronunciar sus últimas palabras: “Quiero pedir mis mas sinceras disculpas a la familia de Brenda y a toda la sociedad en general”, dijo antes de la sentencia.
En un fallo unánime, los jueces Fernando Esteban, Mauricio Navarro Foressi y Carlos Moreno dieron por acreditado que el imputado asesinó a su novia y que lo hizo con plena conciencia.
Los magistrados coincidieron con el pedido que realizaron los fiscales, Jorge Silva Molina y Hugo Costilla, quienes el jueves pasado solicitaron que el acusado sea condenado a prisión perpetua. Para los representantes del Ministerio Público Fiscal el acusado tuvo “conciencia de su accionar, antes, durante y después del hecho”.
Además, y en base a los distintos testimonios recolectados a lo largo de la investigación, los investigadores pudieron acreditar que entre la víctima y el acusado existía una relación de pareja, y refutaron la opinión de los peritos psiquiátricos de la defensa, quienes aseguraron que Vera Menem actuó en un “estado crepuscular”, a parte de ciertos hostigamiento de la víctima para que se hiciera cargo de su embarazo.
En el alegato, el Ministerio Público destacó la personalidad psicópata del acusado y la manipulación que ejercía sobre la víctima. Durante el debate, un amigo del acusado declaró como testigo y contó que el joven había adelantado que iba a cometer el ataque contra su novia.
La defensa de Vera Menem, a cargo de Gonzalo Ferreras, planteó que entre ellos no existía una relación de pareja, sino un vínculo “esporádico y casual”, con lo que buscó derribar el agravamiento del delito para evitar una condena a perpetua. Además, aseveró que Brenda “no estaba, no estuvo y no podía estar embarazada”.
“Se hizo Justicia”
María Espeche, la mamá de Brenda, celebró el fallo del tribunal y aseguró que es lo que se merecía. “Esto es por lo que veníamos luchando hace más de un año. Los jueces pudieron estar a la altura de este flagelo que veníamos sufriendo para que mi hija pueda descansar en paz y también para las otras víctimas que no tienen voz. Se hizo justicia. Que nunca salga a hacer más daño”, dijo a la prensa.
En tanto, uno de los abogados de la familia también se mostró conforme con el veredicto. “Ha llegado el veredicto a ser plena justicia. Estamos totalmente conformes, desde la querella creemos que el tribunal en pleno con voto unánime ha declarado que Naim Vera es penalmente responsable por la muerte de Brenda con el doble agravante”, dijo sobre la resolución Bruno Jerez.
El femicidio ocurrió en la madrugada del 1° de marzo de 2020, cuando Vera Menem llevó a un departamento a su novia y allí tras una violenta discusión, la mató, luego la quemó en una parrilla y, abandonó una parte del cuerpo en un contenedor que estaba cerca del edificio en el que habían estado. La otra parte del cuerpo, la dejó a un costado de la ruta provincial 4.
Tras lo ocurrido, el joven confesó el crimen a un amigo, que no le creyó y se comunicó con un primo de Vera, el cual finalmente le avisó al padre y éste decidió llevarlo inmediatamente y entregarlo a la Policía.
Además de condenarlo a perpetua, el tribunal dictaminó un resarcimiento económico de 3.000.000 de pesos para la familia de la víctima.