Hallan degollado a un estudiante de medicina que estaba desaparecido

777

Un estudiante de medicina que estaba desaparecido fue encontrado degollado en el cauce seco de un arroyo al sur de la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia, y por el hecho la Justicia ordenó la captura de dos de sus amigos, que abandonaron sus casas luego de declarar como testigos y aportar datos contradictorios, informaron fuentes judiciales.

La víctima del homicidio fue identificada por los investigadores como Alexis Cueva (23), mientras que los sospechosos son Leonardo David Bustamante (24) y Renzo Fernando Muñoz (25), dijeron los voceros.

Muñoz se entregó ayer en la División Policial de Investigaciones acompañado de su abogada Elizabeth Yapura, mientras que el otro sospechoso permanece prófugo.

Cuevas, quien estudiaba medicina en la sede Comodoro Rivadavia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, fue encontrado asesinado el pasado jueves, tras permanecer desaparecido desde el 23 de noviembre último.

Ese día, el estudiante había sido reportado por sus familiares como desaparecido y su cuerpo fue encontrado seis días después en el fondo de un cañadón, sobre el cauce seco del arroyo “La Mata”.

En base a los peritajes realizados, los pesquisas creen que el lugar del hallazgo es una escena secundaria y que al estudiante lo mataron en otro sitio para luego arrojar allí el cuerpo, desde una altura no inferior a los 15 metros.

El pedido de captura de Bustamente y Muñoz fue dispuesto por la jueza de Comodoro Rivadavia Raquel Tasselo, a instancias de la fiscal Camila Banfi, luego de que abandonaran sus domicilios tras prestar declaraciones contradictorias.

En diálogo, Banfi explicó que las sospechas sobre ambos jóvenes surgieron primero de sus declaraciones en el marco de la investigación del caso y se acrecentaron cuando fueron a buscarlos para que volvieran a declarar y descubrieron que habían abandonado sus domicilios.

El hallazgo del cuerpo del estudiante se produjo gracias a un informe que brindó la compañía telefónica, en el que consta una llamada realizada por el celular de la víctima desde la zona sur de Comodoro Rivadavia, que fue detectada por una torre de señal que está entre esa ciudad y el balneario de Rada Tilly, en el extremo sur del Chubut, sobre la costa atlántica.

“Ahí no solo se registró la señal del teléfono de la víctima sino que también existen otros dos teléfonos que se activaron y que pertenecen muy probablemente a los dos sospechosos buscados, quienes formaban parte del mismo círculo de amistades y entraron en contradicciones cuando se los requirió”, explicó la fiscal Banfi.

A raíz de ese dato, se llevó a cabo un rastrillaje del que participaron más de 100 efectivos que se desplegaron por la zona de campos en camionetas todo terreno, a pie y a caballo, quienes recorrieron la zona hasta encontrar el cuerpo.

Luego de eso, la pesquisa se centró en establecer cuáles habían sido los últimos movimientos de la víctima y los investigadores llegaron así a sus amigos a Bustamante y Muñoz, con quien Cueva había sido visto por última vez antes de desaparecer.

“Ellos dieron datos contradictorios porque primero dijeron que lo habían alcanzado en un auto hasta un lugar determinado, aunque ahí nadie vio a Alexis, ni a ellos ni al vehículo en el que supuestamente se trasladaron”, explicó Banfi.

Cuando tras esa primera declaración se chequeó el sitio con las cámaras de seguridad y se determinó que los dichos de ambos jóvenes no coincidían con las imágenes, por orden judicial la policía fue a buscar a los amigos de Cueva para que volvieran a declarar y allí descubrieron que ambos habían abandonado sus domicilios, por lo que se orientó la investigación hacia ellos como sospechosos.

“Es evidente que si se van sabiendo que su testimonio es vital para la causa por algo es”, consideró la fiscal.

Sobre el móvil del crimen, los investigadores no descartan ninguna hipótesis, ni siquiera la de un ataque homofóbico o el consumo excesivo de estupefacientes como detonante de alguna pelea.

En principio, por las evidencias obtenidas hasta el momento, la fiscal no cree que se haya tratado de un robo ni de un ajuste de cuentas.