Un jefe policial que está imputado en la causa en la que se investiga el crimen del comisario Hernán Martín, asesinado a balazos en marzo pasado durante un tiroteo cuando presuntamente cobraba una coima en una estación de servicios de Avellaneda, se presentó ayer ante la justicia y quedó detenido, informaron fuentes de la pesquisa.
Se trata del comisario mayor José Hernández, quien estaba libre mientras se resolvía un pedido de eximición de prisión, el cual fue denegado este miércoles por la Sala III de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora.
Tras ser notificado de este fallo, el jefe del gabinete Antidrogas de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Avellaneda-Lanús se presentó, junto a sus abogados Diego Raidan y Cristian Novoa, ante la fiscal de la causa, Soledad Garibaldi.
Raidan informó que una vez en la sede de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Avellaneda, Hernández quedó detenido a partir del pedido que había efectuado la fiscal el 2 de abril pasado y ordenado la Justicia de Garantías que le imputaron los delitos de “extorsión y privación ilegal de la libertad”.
El comisario mayor apresado es hermano del oficial principal Raúl Hernández, quien estaba detenido por el mismo caso y la semana pasada fue liberado con falta de mérito por decisión de la misma sala de la Cámara de Apelaciones.
A partir de esa resolución también quedó libre por falta de pruebas el teniente primero Claudio Saldivia; por lo que el único acusado que sigue detenido por el hecho es el capitán Eduardo Franicevich.
Según las fuentes, los camaristas entendieron que no se reunieron “evidencias concretas” de que Raúl Hernández, como jefe de operaciones, “tuviera conocimiento acerca de los procederes ilícitos llevados a cabo por personal” de la DDI y en ese sentido remarcaron que “no se agregaron comunicaciones telefónicas” por parte del acusado.
De acuerdo al fallo, la Cámata hizo hincapié en que el oficial principal no fue reconocido en rueda de presos por la mujer que había sido privada de su libertad para que les pagara una coima.
Los camaristas también cuestionaron que durante la investigación “no se logró acreditar qué vehículos” participaron del hecho y, además, ordenaron la “exclusión probatoria” de los mensajes obtenidos de la apertura de los celulares secuestrados en el lugar del hecho.
En cuanto a Saldivia recordaron que si bien la antena de su celular se activó en proximidades a la escena del crimen, él declaró que se había olvidado el día antes su teléfono móvil en el vehículo de Martín (43).
Mientras que en el caso de Franicevich, los camaristas resolvieron que siga con prisión preventiva.
El hecho ocurrió el 29 de marzo pasado en una estación de servicio Shell situada en el acceso al Parque Avellaneda Shopping, donde policías federales fueron a detener al comisario Martín y a Franicevich, ambos integrantes de dicho gabinete, en el marco de una causa por una extorsión.
La investigación se había iniciado un día antes, cuando una mujer se presentó en la fiscalía a cargo de Garibaldi y denunció que supuestos policías le habían exigido dinero para no armarle una causa por drogas, la tuvieron 50 minutos esposada en un auto perteneciente a la fuerza y luego fueron hasta su casa y le pidieron 30.000 pesos a su marido, de origen dominicano.
La mujer pactó con los extorsionadores que el viernes iba a entregarles los 170.000 pesos restantes en la mencionada estación de servicios.
Entonces se organizó un operativo con la División Antidrogas Urbanas de la Policía Federal y doce policías se distribuyeron en forma encubierta en la estación de servicio.
Luego de la entrega del dinero, Franicevich fue detenido, mientras que Martín trató de escapar en un Toyota Etios, por lo que hubo un tiroteo en el que el comisario murió y dos efectivos de la Federal resultaron heridos.