Rechazan liberar a uno de los acusados por el crimen de Xiomara Méndez Morales

1109

La Cámara Federal porteña rechazó ayer excarcelar a uno de los detenidos por el secuestro y asesinato de Xiomara Mendez Morales, la adolescente de 15 años que fue capturada cuando salía de un colegio de Flores en noviembre último y luego hallada muerta en la localidad bonaerense de Ituzaingó.

Fuentes judiciales informaron que la solicitud fue realizada por la defensa de Bruno Cortez (36), quien estaba en el auto que manejaba el otro apresado por el caso, Luis Fernández (40) y dentro del cual luego de una persecución policial se encontró el cuerpo de la víctima.

“Se ha de tener en cuenta que Cortez se encontraba a bordo del rodado que conducía Fernández y con el cual emprendieron la fuga en ocasión de ser interceptados por personal que se encontraba realizando un control vehicular”, recordaron los camaristas Martin Irurzun y Leopoldo Bruglia al rechazar la liberación.

Agregaron que “recién luego de colisionar con otro vehículo lograron ser reducidos, no sin antes ofrecer resistencia mediante el uso de un arma de fuego” y que “junto al nombrado se encontraba además el cuerpo sin vida de Xiomara Naomi Méndez Morales, que horas antes había sido privada de su libertad”.

Los jueces aludieron a la “gravedad de los hechos” y ratificaron la negativa a excarcelar al detenido por parte del juez del caso Claudio Bonadio y de la fiscal Alejandra Mangano.

Para el Tribunal de Apelaciones hay una “presunción negativa construida en derredor del imputado” en cuanto a la posibilidad de fuga o entorpecimiento de la investigación si queda libre.

Además, se advirtió que “la pesquisa se encuentra en un estadio de reunión probatoria orientada al cabal y completo esclarecimiento de sus circunstancias y responsables”.

Al igual que Fernández, Cortez está acusado de “secuestro extorsivo seguido de muerte, agravado por haberse producido el pago del rescate y por la edad de la víctima”, y seguirán detenidos tras negarse a declarar.
Xiomara, a quien sus familiares y amigos decían Naomi, fue secuestrada el 20 de noviembre cuando salió del Liceo número 5 “Pascual Guagliamore”, ubicado en Carabobo 297, y fue interceptada por un hombre que la llamó por su nombre y la subió a un Fiat Duna rojo.

Según se determinó con el correr de la pesquisa, el hombre era un remisero conocido de la familia de la chica que junto a su cómplice amordazaron a la adolescente, le ataron los pies y las manos, le taparon los ojos y la obligaron a tirarse en el piso de la parte trasera del auto.

Luego se comunicaron con sus padres, a quienes les exigieron unos 30.000 pesos y cocaína como rescate para liberarla sana y salva.

El padre de la chica, quien es remisero y aparentemente también vendía y compraba autos usados, finalmente pactó con los secuestradores el pago de 30.000 pesos, los cuales dejó cerca de la medianoche en Boedo y Chiclana, en el barrio porteño de Boedo.

Sin embargo, los delincuentes huyeron del lugar sin liberar a su hija y fueron detenidos a la madrugada del día siguiente en Ituzaingó, tras una persecución por el Acceso Oeste y un choque en la bajada de ese partido bonaerense.

Adentro del auto, la policía encontró muerta en el piso de la parte trasera a la adolescente, que estaba amordazada, maniatada, con la cabeza tapada por una manta y cinta de embalar alrededor de la cara y el cuello, donde tenía además un cinturón de seguridad.

Según la autopsia, la víctima murió por “asfixia mecánica por compresión cervical” y se descartó abuso sexual.